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La espectacular serie contra los Padres de San Diego que firmó el mexicano Adrián González y que lo colocó en la historia de las Grandes Ligas como el primer pelotero en conectar cinco cuadrangulares en los tres juegos iniciales de la temporada, promete continuar esta noche, cuando los Dodgers de Los Ángeles visiten a los Diamondbacks de Arizona en Chase Field, el parque, fuera de casa, en el que más vuelacercas tiene el ‘Titán’.

En el hogar de la novena de Phoenix, González acumula 20 palos panorámicos, el más reciente, el 18 de mayo del año pasado a expensas del abridor de ese día, Josh Collmenter.

El romance del primera base tricolor en Chase Field comenzó  hace  poco menos de  10 años, cuando el 15 de mayo de 2006 mandó la esférica a la tribuna después de un envío al plato del derecho Brandon Webb. Dos días después, el ‘Titán’ volvió a sacudir con su segundo jonrón en el estadio que abrió sus puertas en 1998 y que fue el primer  recinto con techo retráctil.

En 2007, al miembro del Salón de la Fama, Randy Jhonson, también le voló la pelota atrás de la reja. Fueron cuatro los que dio en aquel calendario.

Hasta el momento, en su paso por el mejor beisbol del mundo, Adrián González tiene registro de 267 ‘bambinazos’, de los cuales, 61 han sido en Petco Park, casa de su ex equipo, los Padres de San Diego; 35 en su actual hogar Dodger Stadium, 20 en Chase Field, 18 en Fenway Park ( donde jugaba cuando vistió la franela de los Red Sox de Boston), 17 en Coors Field, inmueble de los Rockies de Colorado, y donde se acusa que la pelota vuela más, debido a la altura de la ciudad (2 mil 73 MSNM).

El poder del ‘Titán’ en Chase Field también quedó de manifiesto durante el Derby de Cuadrangulares que se celebró en 2011, y en el cual el mexicano  disputó la final del certamen cayendo  frente al dominicano Robinson Canó, después de desaparecer 31 veces la bola.

En el Clásico Mundial de Beisbol de 2013. González enloqueció a la fanaticada con un palo de cuatro esquinas que dio el triunfo a México frente a la mismísima novena de Estados Unidos.

Pese a estos números y de su promedio en 2015 —de .769 con siete remolcadas—, Adrián no se considera un jonronero, si no un bateador de líneas.

“Aún no soy bateador de jonrones. Simplemente trato de dar líneas”, declaró González al término del encuentro del miércoles pasado, cuando impuso la marca de cinco tablas en los primeros tres juegos del año, además de también ser el primer jugador de la Liga Nacional, desde Orlando Cepeda en 1963, en sumar tres imparables en cada uno de los tres primeros compromisos del equipo.

El capitán de México en el pasado Clásico Mundial valora su récord como algo positivo, pero se preocupa más por el andar de los Dodgers que, con la nómina más cara de la gran carpa, desean pelear por la Serie Mundial.

“Es algo bueno”, dijo González sobre la marca. “Algo así, siempre es cool. Tengo que darle gracias a Dios. Estoy listo para cualquier lanzamiento, si me vienen con rectas voy a pegar rectas, mientras los lanzamientos estén en la zona, yo voy a tratar de conectar. Pero hay que seguir trabajando, va empezando la temporada y hay que echarle ganas  y seguir haciendo el trabajo que necesita el equipo”, declaró González, quien debutó en MLB con los Rangers de Texas en 2004.

El buen paso de Adrián no es ninguna casualidad,  la campaña pasada culminó como el jugador que más carreras impulsadas tuvo en el viejo circuito,  con 116.

‘El Titán’ González se encuentra a 53 cuadrangulares de la marca de 320 que estableció el oaxaqueño Vinicio Castilla, máximo jonronero mexicano en Grandes Ligas... hasta el momento.

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