Hay una fotografía que falta en la enorme pared donde están inmortalizados los logros futbolísticos de Darío Verón: la de un título con los Pumas como capitán.

Eso, y su insaciable hambre de gloria, provocan que el ya histórico defensa central paraguayo se ilusione con la nueva final liguera que disputará a partir de mañana.

Ha probado el néctar de la gloria en cuatro ocasiones (Clausura y Apertura 2004, además de los Clausuras 2009 y 2011). Nadie lo ha hecho cinco con la elástica de los Pumas. Otro motor para un guerrero habituado a disputar esas eliminatorias que son sueños guajiros para decenas de futbolistas.

Está consciente de que chocar con los Tigres significa una dura prueba para el líder, mas confía en el espíritu que distingue al club del que se enamoró hace poco más de 12 años y medio.

“Sí lo sueño [ser campeón por quinta ocasión con los universitarios], pero faltan dos partidos”, recuerda el zaguero. “Estamos yendo, como siempre, paso a paso para llegar bien”.

Alejandro Palacios también aspira a presumir ser cinco veces monarca con los universitarios, pero el ‘Pikolín’ guardameta tuvo un rol determinante hasta el Clausura 2011. En las anteriores tres coronaciones, Sergio Bernal fue el titular. Incluso, presumió el gafete de capitán en la coronación de 2009.

Joaquín Beltrán lo fue durante el bicampeonato de 2004 e Israel Castro en la de hace cuatro años y medio. Ellos tuvieron el honor de ser los primeros en levantar el trofeo, pero Verón siempre fue pieza clave.

“Esta institución merece todo. Cada temporada, debe estar en la final y, después de cuatro años, me toca jugar otra; voy a disfrutarla mucho”, advierte. “Ojalá que se nos dé todo como pensamos para poder salir campeones”.

Porque nadie puede hurtarle el derecho a soñar, por más poderoso que luzca el último obstáculo en el camino a su quinta coronación como auriazul.

Según el sitio Transfermarkt, especializado en valores económicos de los jugadores, la plantilla de los Tigres es la más cara en el actual campeonato (54.3 millones de dólares); los Pumas se ubican en el puesto 12 (30.3).

Pero recuerda que el bagaje tiene gran importancia en la final y valora el que conjunta el equipo dirigido por Guillermo Vázquez.

“La mayoría somos jugadores experimentados”, afirma Verón. “Sabemos manejar perfectamente todos los partidos, jugar una final”.

“Muchos ya tienen cuatro o cinco finales y ahora hay que tratar de llegar bien a ésta”.

Lo que significa mejorar bastante, en cuanto a lo mostrado durante los segundos 90 minutos de la semifinal contra el América.

El líder de la zaga universitaria admite las diversas falencias acusadas frente a las Águilas en el estadio Olímpico Universitario, esas que podrían resultar catastróficas ante un adversario tan calificado como los felinos regiomontanos.

“Hay que corregir muchas cosas para poder salir campeón”, reconoce. “[Estoy] muy contento. Fue un partido sufrido. Sabíamos que el América iba a jugar con todo, pero pasamos a la final, gracias a Dios”.

La que definirán en casa, lo que Verón considera valioso.

“En las Liguillas, lo más importante es ganar y pasar”, sentencia. “Es bueno cerrar como local. Vamos a disputarla como se debe”.

Para tener la fotografía que falta en su pared.

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