Una lesión en el hombro derecho lo marginó de los primeros clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Río 2016. Hoy, prácticamente recuperado, Joselito Velázquez sabe que sólo queda una oportunidad para lograr el sueño olímpico y asegura que lo arriesgará todo.

“No podía ni levantar el brazo, no tenía fuerza por lesiones en los ligamentos y en mi mente pasaba que ya no iría a Olímpicos. Hoy me siento en un 90 por ciento, pero hasta que boxee estaré al cien. Ciertamente tengo una desventaja por el tiempo de inactividad, pero ahora en lo que pienso es sólo en salir y hacer mi mejor trabajo, exigirme y arriesgarme”, dice el pugilista mexicano para EL UNIVERSAL, de cara al clasificatorio de Bakú, en Azerbaiyán, del 14 al 26 de junio.

Joselito Velázquez, quien optó por la rehabilitación en lugar de cirugía para sanar la dislocación de hombro, recuerda lo doloroso que fue quedarse fuera de los Juegos Olímpicos de 2012.

“Tuve un proceso para Londres, pero fue poco para llegar maduro, apenas tenía 18 años, desafortunadamente no se pudo. Estuve con Óscar Molina y Óscar Valdez, obviamente me sentía triste en casa por saber que trabajé igual que ellos, pero sabía que podía lograrlo un día y ahora estoy buscando mi chance”, explica el doble medallista panamericano, quien parte este domingo a la capital de Azerbaiyán.

Asimismo, ‘El Huracán’ deja a un lado el miedo de una recaída y toma como aliciente enfrentar a los mejores del mundo.

“Sé que es una competencia bastante importante porque va lo mejor del mundo. Me siento un boxeador bueno, van bastantes pugilistas que saben que es su última posibilidad de clasificar a Olímpicos, creo que trabajé fuerte y siento que cada round voy a salir sin intimidarme, a tirar fuerte”, menciona Joselito, quien no ve problema en enfrentar a profesionales si llega a Brasil. “ Hay quien dice que puede ser una masacre, y no. Nosotros [los amateur] también entrenamos fuerte”.

Por otro lado, el nacido en Oaxaca, pero quien ha pasado toda su vida en Quintana Roo, reconoce que su avance se debe a sus entrenamientos y al sacrificio de su familia.

“Llegar hasta acá fue difícil, vengo de una familia humilde, gracias a Dios nunca me ha faltado nada, tus primeros patrocinadores son tus papás. Mi papá era taxista y mi mamá trabajaba en la tienda de la primaria donde estudié”.

Finalmente, el integrante del equipo México Guerreros, ya pule sobre los guantes su segundo sueño, el debut profesional.

“Hasta ahora no tengo firmado nada con nadie. He escuchado propuestas de empresas importantes. Lo que sí me gustaría es debutar en Cancún, ante mi gente. Después, aparecer en carteleras con grandes exponentes, toda la gente aplaudiendo y entonando el himno. Lo sueño todos los días”.

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