Especial para EL UNIVERSAL

La formación de 4-3-3 es la principal que Fabio Capello usa con su equipo ruso. Hay tres cosas que el técnico italiano siempre quiere ver en sus equipos: disciplina, velocidad y movimiento. Capello enseñó a los rusos a sobrevivir y les enseñó a defenderse.

Los mediocampistas Igor Denisov, Alan Dzagoev y Viktor Fayzulin tienen un rol crucial en este estilo, pues ejercen mucha presión para que el equipo pueda recuperar rápidamente el balón. Roman Shirokov era la mejor opción, pero se lesionó.

Este estilo funciona muy bien ante equipos como Portugal, al que los rusos vencieron 1-0 en Moscú. Pero físicamente es muy demandante y es muy difícil poder llevarlo a cabo si no hay una buena preparación. Rusia tuvo problemas con Azerbaiyán e Irlanda del Norte, a las que les gusta “estacionar al autobús” en la defensa. En Brasil verán algo así con Argelia.

Capello tiene a algunos jugadores “intocables” en su escuadra. El portero Igor Akinfeev, los defensas centrales Sergei Ignashevich y Vasili Berezutski, además de Fayzulin y el delantero Aleksandr Kokorin.

La debilidad de Rusia es el centro de su defensa. Si Ignashevich y Vasili Berezutski se lesionan o son suspendidos, el equipo ruso estará en serios problemas.

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