Especial para EL UNIVERSAL

Cuando Hong Myung-bo se convirtió en el entrenador de Corea del Sur anunció que había llegado el momento de devolver el equipo a sus valores fundamentales: un juego de contraataque, con futbolistas rápidos que vuelvan ancha la cancha y realicen una veloz presión sobre el rival. Características contrarias del futbol que proponía su antecesor Choi Kang-hee.

Para Hong, la formación 4-2-3-1 es su mayor apuesta, así lo ha demostrado en los más recientes amistosos. Aunque el equipo puede mutar en un 4-4-2.

Uno de los mayores problemas que tiene la escuadra es en defensa. Aunque históricamente el país se ha distinguido por la calidad de sus zagueros, para Brasil 2014, la primera línea no tendrá el prestigio de antaño. Dos caras nuevas se han integrado: Kim Chang-Soo estará por la izquierda y Lee Yong por la derecha. Las constantes subidas de Kim dejan desprotegidos a los centrales, Hong Jeon-Ho y Kim Young- Gwon.

El medio campo es de Ki Sung-Yong, quien ha impresionado por su visión y trato de balón. Posee una gran salida que no limita sus capacidades defensivas. Corea va con un tridente ofensivo que juega detrás del único delantero, Park Chu-Young, abastecido por Lee Chung-Yong y Son Heung-Min.

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