El empresario jalisciense Miguel Ángel Sánchez se presentó este jueves como la cabeza de la nueva administración de Gallos Blancos, justo antes de dejar en las manos de la Liga MX el destino de su proyecto.

El tapatío convocó a los medios de comunicación nacionales a una rueda de prensa, que se realizó en un hotel de la ciudad de México, para exponer los detalles (algunos) de su proceso para ser el nuevo gallo mayor, lo que ahora depende únicamente de una decisión de los “dueños del balón” en nuestro país.

Entre otras cosas, presentó el cuaderno de cargos, conjunto de documentos en los que debe hacerse constar que se cumple con todos los requisitos que deben cumplirse para ser propietario de un equipo en el máximo circuito.

El arquitecto, quien encabeza la empresa constructora Marla SA, fue acompañado en esta presentación por quien sería el administrador del club, Omar Barajas, así como por el asesor jurídico, Luis Antonio Ramírez.

Presentó además un contrato en el que a su decir queda establecido el proceso de compra-venta entre él y quien fuera la apoderada legal del club, Verónica González, esposa de Amado Yáñez. Dicho documento fue signado por ambas partes desde el pasado 8 de abril.

Explicó que además de haber llegado a un arreglo con los últimos propietarios del club, cuenta con la aprobación de las autoridades federales, que por el momento tienen asegurado al equipo.

Dichas instancias son el Sistema de Administración y Enajenación de bienes de la Secretaría de Hacienda (SAE) y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República (PGR), lo que no dejaría dudas sobre la procedencia de su dinero, al tiempo que facilitaría la posterior investigación que habrá de realizar la Federación Mexicana de Futbol.

Las dudas

La falta misma de la revisión y aprobación del organismo rector del balompié mexicano hacia este contrato es el primer factor que pone en tela de juicio la legalidad y viabilidad del mismo.

Asimismo, este es el tercer intento de Miguel Sánchez de ingresar a las filas de los dueños del futbol mexicano, luego de sus fallidos movimientos con Ballenas Galeana del Ascenso MX y Atlas de la Liga MX, ante lo que el empresario invitó a quien tenga alguna prueba de que él hay incurrido en alguna falta en cualquiera de los dos casos a mostrarlas.

Por último, descartó que saldar las deudas del club, incluidos los sueldos del personal, no correrán a cargo de su grupo, pues es responsabilidad de los antiguos dueños.

El empresario tapatío le estaría ganando la carrera a Alejandro Burillo, dueño del Atlante, quien también mostró interés por comprar la franquicia queretana.

La semana pasada, Burillo se posicionó como uno de los principales candidatos a adquirir al equipo. También se hablaba de otros posibles compradores, provenientes de Oaxaca.

La compra llega a unos días de la junta de dueños de la Femexfut, donde se definiría el destino de la escuadra queretana, aunque ya Andrés Fassi, del Grupo Pachuca, el lunes, había declarado que Atlante tendría una oportunidad de permanecer en primera división, en caso de decidirse la desafiliación de Gallos Blancos, si no había quien comprara al equipo.

De concretarse la compra-venta del Querétaro FC, la escuadra queretana permanecería en la Liga MX y el futbol profesional en la máxima categoría nacional seguiría teniendo presencia en la entidad, aunque el lunes, en la junta de dueños, se dirá la última palabra.

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