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El ser campeón del mundo lo obliga a no tomar ninguna pelea con alguna postura de confianza. Es una actitud que el boxeador Adrián Confesor Hernández (26-2-1, 16KO) ha adquirido y así saldrá en su batalla contra el nicaragüense Yader Cardoza (15-4, 5KO), este sábado en Toluca, un rival que por su marca no pareciera de mucho peligro.
“Nunca me confío. Tengo que salir a pelear como lo sé hacer, a realizar mi trabajo arriba del ring. Todos los que vienen por un título del mundo llegan con todo. Yo recuerdo cuando aspiraba al campeonato mundial e iba con todas mis ganas. Así que será lo mismo con este Yader”, advierte el monarca minimosca del Consejo Mundial de Boxeo.
El boxeador mexiquense comparte que a lo largo de siete años de profesional ha aprendido a que sobre el enlonado “no se puede especular”.
“Voy a hacer mi pelea sin confiarme, con la guardia bien montada y enfocado en realizar una buena pelea”, agrega Hernández.
El Confesor ya sabe lo que es perder una corona absoluta. Su actual cetro lo perdió ante el tailandés Kompayak Porpramook en diciembre de 2011. Una situación que lo llevó a redoblar esfuerzos hasta recuperar su corona. Ahora se enfoca en ser un campeón duradero y sumar el mayor número de defensas posibles.
“Las cosas que más trabajé en esta preparación fueron defensa y tirar más el jab para que no se me acerque tanto el rival, tenerlo a distancia y de ahí tirarle las combinaciones. Hemos trabajado todo para que salga bien este sábado y creo que no se nos ha pasado nada”, advierte el monarca del Consejo Mundial.
Será la tercera ocasión consecutiva en la que Hernández sostenga una pelea en Toluca. Una situación que lo emociona, pues él mismo se considera un “toluco de corazón”.
“Yo peleo en donde mi promotor me diga. Si dice que pelee en esta ciudad es por algo. Yo sólo hago mi trabajo, que es boxear y es algo que me encanta hacer. Este vez fue en esta ciudad, así que debo aprovechar el presentarme ante mi gente, pues yo radico en Toluca”, apunta.
Cardoza arribó el pasado martes a México tras diversas demoras en sus vuelos que le provocaron llegar siete horas después de lo previsto.
“No me importa estar en la casa del campeón, pues un guerrero siempre impone su ley donde sea y esta no será una excepción, vengo a ganar”, advirtió el retador de este sábado, en función a realizarse en el Deportivo Agustín Ramos Millán.