El Inter de Milán, superado por la intensidad y el imparable ritmo del Tottenham en White Hart Lane (3-0), sufrió una derrota inapelable y quedó al borde la eliminación, en uno de los ocho partidos de ida de los octavos de final de la Liga Europa, que también tuvo una derrota del Chelsea en Bucarest (1-0) y un 0-0 del Levante con el Rubin Kazán.

El correctivo sufrido por el conjunto italiano y el tropiezo del vigente ganador de la Liga de Campeones sobresalieron en una jornada con victoria de la Lazio ante el Stuttgart (0-2), del Benfica frente al Girondins de Burdeos (1-0), del Fenerbahce contra el Viktoria Plzen (0-1) y del Basilea ante el Zenit (2-0), además del 0-0 en el Anzhi-Newcastle.

El Inter ofreció una versión menor en Londres, en el choque estrella de la jornada. Fue un monólogo del Tottenham. Desde el primero hasta el último minuto. A los cinco ya mandaba en el marcador, con un testarazo de Gareth Bale, y a los 18 dominaba por 2-0, con un tanto del islandés Gylfi Sigurdsson, quien aprovechó un rechace del esloveno Samir Handanovic, hoy el mejor del Inter y el culpable de que el partido no terminara con una goleada mayor.

El guardameta acumuló varias paradas de mérito ante el acoso del bloque local, que logró el tercero en un saque de esquina, rematado de cabeza por el belga Jan Verthongen (52’).

Duro castigo para el Inter y ventaja casi definitiva para el Tottenham, cuya única mala noticia fue la tarjeta amarilla que impedirá a Bale jugar dentro de una semana el choque de vuelta en el Giuseppe Meazza.

Tras el incontestable 3-0, sólo una hazaña conducirá al Inter a cuartos de final. Necesita remontar el próximo jueves en su estadio, al igual que el Chelsea, aunque los Blues, sólo cayeron 1-0 en Rumania.

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