El pasado fin de semana, tras la derrota ante el Puebla 2-1, el cuerpo técnico del Guadalajara determinó darle de descanso a la plantilla dos días, sábado y domingo. Parecía un exceso, premio del técnico al pésimo encuentro que dieron ante el equipo de Enrique Meza, que les pintó la cara por muchos lapsos del encuentro.

El motivo del asueto es que Chivas tendrá mucha actividad, porque no solamente se le juntarán dos torneos, Clausura 2018 y Concachampions, también tendrán que cumplir con dos encuentros amistosos que la dirigencia metió, como si a estos futbolistas les hiciera falta más actividad.

En total tendrán 14 encuentros en un lapso de 50 días comenzando desde el próximo sábado. Es decir, jugará un partido cada tres días y medio, pero hay que agregarle los viajes que tendrá después de la jornada 8, cuando reciban al Pachuca en casa.

Viajarán a República Dominicana para medirse en los octavos de final ante el Cibao, el jueves 22 de febrero. En este tiempo, si el equipo no reacciona, pasarán muchas cosas al interior, debido a que están en una crisis severa actualmente y urge que reaccionen.

En este tiempo enfrentará a rivales con diferentes objetivos, por ejemplo, los que pelean por aumentar su cociente como Lobos y Gallos, así como quienes buscan puntear en la Liga, caso de Tuzos, Pumas, Tigres y América.

La meta que tiene el Guadalajara en corto plazo, es repuntar en todos los aspectos, que se vea un mejor desempeño futbolístico, de actitud, aunque todas sus baterías estarán apuntadas a la Concachampions. Hay jugadores que no se encuentran en el mejor nivel desde el campeonato pasado, como Orbelín Pineda, Alan Pulido, Edwin Hernández, Hedgardo Marín, entre otros.

Mañana reciben a Santos en el torneo local y todavía está la duda si Jair Pereira podrá jugar, debido a su lesión de pubalgia que lo queja desde el campeonato pasado. Por lo pronto, el regreso de Oswaldo Alanís está cantado en la central por izquierda, en lugar de Marín.

km

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