Con el juego ante Senegal, la Selección de México inicia su actividad en 2016, un año lleno de retos, compromisos que van desde la Copa América Centenario, hasta el de calificar al hexagonal final de las eliminatorias mundialistas.

Para eso se necesita de jugadores con hambre, sin miedo, “valientes, que no valentones”, dice Juan Carlos Osorio, el técnico nacional.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el colombiano afirma que el jugador mexicano tiene todas las características que a él le gustan; pero especialmente ser, “valiente, porque va al frente y sabe competir”.

—¿Valiente, que no valentones?, se le pide aclarar al técnico.

“Claro, esa es una buena definición. Hay que ser valiente, no valentón, no arrogante, no soberbio; hay que respetar a cada rival, pero siempre dándolo todo por conseguir el triunfo”.

Este, el primer juego del año, es un paso más para conseguir el sueño anhelado por Osorio: llegar a una Copa del Mundo.

—¿Está viviendo el sueño, o lo está construyendo?

“La gran diferencia entre un sueño y un objetivo es que el objetivo tiene un proceso, un cómo hay que escalar, un cómo hay que subir peldaños, y sí, en estos momentos vivo el sueño del humano y a la vez vivo el objetivo del profesional”.

No lo ha ocultado, México puede ser la herramienta para llegar a cumplir su cometido. “Como ser humano tengo la gran posibilidad de disputar y lograr el sueño de ir a un Mundial, de vivirlo, de competir con los mejores, porque he estado en Mundiales como hincha [aficionado], como profesional es la gran oportunidad de mi vida, lograr el objetivo a largo plazo que es dirigir una selección con alto potencial, con historia a todos los niveles como es la del equipo mexicano”, menciona.

Parece que México tiene todo lo que él necesita. “Hay un gran grupo de jugadores. El mexicano se aproxima mucho al tipo de futbolista con el cual nos identificamos, que es la propuesta de ir a buscar los partidos de ir de igual a igual, estés donde estés”, asegura.

Mas esta propuesta, menciona, no se ha entendido, “o a veces semalentiende”, dice para explicar: “Contra Honduras [en la eliminatoria] nos dicen que por qué no tuvimos tantas opciones de gol, pero hay que considerar que jugamos a las 15:30 horas en [el estadio Olímpico] San Pedro Sula, donde tenías como 50 años de historia sin ganar y estabas contra un rival que da todo por el triunfo, por eso planteamos así el partido; pusimos un equipo muy ofensivo con cuatro volantes es verdad, pero los cuatro muy ofensivos que nos dieron lo que pensamos nos podían dar, y todo salió como estaba previamente planeado”.

El 2016 está repleto de compromisos y los retos requieren enfrentarlos además de entregar resultados. México tiene la necesidad de cumplir metas, Osorio tiene hambre de gloria y de cumplir con las expectativas que se han depositado en él.

—¿Se juntaron el hambre y las ganas de comer?

“Se está conjuntando todo para un bien común. Aquí tenemos todo y además tenemos lo otro: el entorno en la Selección Nacional que veo positivo y en la medida que haya ese entorno positivo nos irá bien; los jugadores, he hablado con ellos, huelen, perciben eso y están conscientes de la responsabilidad que implica vestir la camiseta nacional, eso ya genera buenas posibilidades de éxito, no soy yo quien lo va a descubrir”, apunta.

El primer examen del año está a horas de comenzar, el juego amistoso en contra de Senegal. “Tenemos un buen equipo, con capacidad en todas las posiciones, tenemos muchos zurdo para fácilmente armar un 4-3-3, tenemos buen juego aéreo, velocidad en la parte de arriba, lamentablemente Javier [Aquino] no va a estar, pero aún así es un equipo muy competitivo”.

Los elementos están puestos para el conjunto tricolor. Los retos, sobre la mesa, sólo esperando la hora en que los valientes los enfrenten.

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