San Juan.— El sueño de conseguir el tricampeonato de la Serie del Caribe se frustró para México, que ayer perdió la final por pizarra de 2-3 con Cuba. Con este resultado, la novena antillana vuelve a lo más alto del certamen, que no conquistaba desde 1960, cuando los Elefantes de Cienfuegos terminaron invictos, antes de que Fidel Castro prohibiera el deporte profesional.

Cuba, que cayó con México en el encuentro inaugural del Clásico Caribeño 2015, cobró venganza y lo hizo de la mano de su pitcheo, de un bateo oportunista y del tradicional uniforme nacional que inspiró a sus peloteros para añadir a sus vitrinas su noveno campeonato, con lo que empata al beisbol mexicano en ese rubro.

Mientras que los Tomateros de Culiacán se quedaron cortos en su aspiración de prolongar el dominio tricolor en el área y de paso sumar su tercer título de Serie del Caribe.

Los Vegueros de Pinar del Río, que llegaron con 16 refuerzos, lo más parecido más una selección nacional, no esperó que el encuentro caminara mucho y desde la primera entrada dañó la serpentina mexicana y sumó la primera rayita de la final con carrera impulsada de Frederich Cepeda, que mandó a la registradora a Yulieski Gurriel.

En la apertura del segundo rollo, los Vegueros volvieron a encontrar los lanzamientos del abridor de Tomateros, Anthony Vásquez, y añadieron la segunda carrera para su causa, producto de un imparable del tercera base Luis Yander La O, que impulsó a William Savedra.

Fue hasta el quinto episodio que los comandados por Benjamín Gil pudieron conectar los pitcheos de Yosvany Torres. Con un doblete de Joey Meneses, México pudo romperle el sin hit al derecho cubano.

Dos bateadores después, el campo corto Walter Ibarra pegó línea que sirvió para mandar al plato a Meneses y cortar la distancia en el marcador del partido.

Torres se apuntó la victoria al mantenerse seis entradas en la lomita, en las que aceptó par de imparables, carrera limpia y recetó cinco ponches.

Con la ventaja mínima, el relevo cubano sometió a la ofensiva de México, que a lo largo del torneo tampoco tuvo un gran accionar. En el juego del campeonato, acumularon cuatro imparables.

En el octavo capítulo, Pinar del Río se volvió a despegar con cuadrangular solitario de Yuliesky Gourril.

En el fondo de ese mismo inning, México respondió con sencillo remolcador de Eric Farris. La carrera del empate para Tomateros se quedó a 90 pies de home cuando, con dos outs, Meneses falló con elevado.

La novena entrada careció de emoción y con el out 27 se ahogó el anhelo mexicano y despertó la celebración de los cubanos, que con sólo una victoria en la primera ronda se instalaron en la semifinal, en la cual vencieron a Venezuela. Las glorias de Cuba están de vuelta en el rey de los deportes.

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