LAS VEGAS.— Es cuatro veces campeón del mundo. Le ha ganado a diversos rivales de prestigio. Ha sido considerado con la etiqueta de “supercampeón” por la Organización Mundial del Boxeo. Se le considera futuro miembro de la fama. Pero pese a todo esto, hay una figura que siempre ha eclipsado a Juan Manuel Márquez (54-6-1, 39KO). Una tremenda luna llamada Manny Pacquiao (54-4-2, 38KO).

El filipino que le sacó el empate en 2004. El que le ganó con muchas dudas por decisión dividida en 2008. El mismo al que los jueces le robaron descaradamente en 2011. El Dinamita Márquez ya está harto de esto. Hoy tendrá la oportunidad de desvanecer la sombra que le ha creado el que por mucho tiempo fue considerado el mejor libra por libra de la actualidad.

“Mucha gente ha dicho que Pacquiao es superior a mí y le he demostrado tres veces que no. Podrán decir misa, pero arriba del ring he demostrado diferentes cosas y la gente se ha dado cuenta que no ha sido superior a mí, independientemente del peso en el que quiera pelear. Tenemos la cuarta oportunidad y, lo más importante, me gustará callar bocas”, lanza con ferocidad el campeón mexicano.

Márquez sube hoy al ring del MGM Grand reclamando ese legado que —dice— le pertenece. Su estrategia, según adelantó Nacho Beristáin, será ganarle la distancia media, mientras se concentra en esquivar esa izquierda peligrosa filipina. Juan Manuel quiere otra pelea perfecta y adelanta que será una guerra.

“Manny lo sabe, yo lo sé: será otra guerra el cuarto combate, me preparé muy fuerte para esta guerra”, destaca el capitalino.

Para ello han llegado los mexicanos y mexicanoestadounisenses, desde ciudades fronterizas, desde estados vecinos de Nevada y también de la misma ciudad de México. Con sus playeras, banderas y gritos de apoyo. Están seguros de que esta será la noche más importante en la carrera de Juan Manuel.

Pero también ha llegado la horda de filipinos. Los asiáticos, que han desembolsado grandes cantidades de dinero para hacer el viaje trasatlántico, apoyan, pero también exigen que regrese el Pacquiao de siempre. El dominante, el que le ha valido para ser monarca en siete divisiones distintas.

“Esta ha sido mi mejor preparación desde hace mucho tiempo. Me siento como el viejo Manny Pacquiao. Cuando camine por el ring del Grand Garden Arena hoy será otra oportunidad de darle honor y gloria a mi país y a mis seguidores filipinos en mi país y en todo el mundo”, sostiene Pacman.

Manny desea seguir obstaculizando la figura de Márquez. Demostrar el por qué fue llamado hace años como el “mata-mexicanos”. Demostrar que sus guantes tienen la explosividad que lo llevó a vencer a colosos como Miguel Cotto, Óscar de la Hoya, Érick Morales, Marco Antonio Barrera o Ricky Hatton.

Esta noche podría ser la última batalla Márquez-Pacquiao. Una afrenta final en donde buscarán el nocaut como el camino para terminar con las dudas de quién es el mejor. Juan Manuel quiere que sea su noche. La velada en donde se impuso a la sombra más grande de su carrera boxística.

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