Salvador de Bahía.— México hizo cinco goles a Fiji, pero sufre por el dolor de las fracturas de Oribe Peralta (nariz) y Rodolfo Pizarro (peroné). Amargura que no borran los goles, hecho, que se refleja en el rostro del seleccionador olímpico, Raúl Gutiérrez, quien sabe que pierde a dos pilares para buscar refrendar la medalla de oro en Río 2016.

El marcador de 5-1 propinado al representante de Oceanía dio cierta alegría a la delegación tricolor, pero la derrota estuvo en el terreno de las lesiones de sus hombres clave. Ni siquiera el póquer de Érick Gutiérrez en la Arena Fonte Nova reconfortó a un combinado que lució caras largas y de preocupación, justo cuando el pase a cuartos de final está más complicado. México necesita el triunfo ante Corea del Sur para no depender del resultado de Alemania ante Fiji.

Lo buscará el miércoles en el estadio Mané Garrincha sin Peralta ni Pizarro, quienes volverán a la capital del país en cuanto la logística lo permita.

“Es triste y lamentable que los jugadores hayan sufrido esto que los deja fuera de un torneo”, dijo sombrío el “Potro” Raúl Gutiérrez.

Hablar de reemplazos es pronto para el seleccionador. “Hay que tomarlo con calma y ya veremos cuál es la solución que le podemos dar”, señaló, en ese momento, el estratega nacional.

Los reemplazos. Carlos Fierro y Raúl “Dedos” López fueron elegidos para cubrir las bajas de los fracturados.

El domingo comenzó mal para el combinado tricolor. Apenas al minuto 11 del partido en Salvador, Roy Krishna, el único jugador profesional de Fiji, ponía la sorpresa en la justa veraniega. La obligación de México fue venir de atrás. Remar contra la corriente y la desesperación evidente de no poder abrir el ostión del país insular en la primera mitad permeó en los jóvenes nacionales.

De la inspiración de Érick Gutiérrez y sus cuatro anotaciones, que se sumó a la de Carlos Salcedo impusieron la lógica en el marcador, porque los vigentes campeones olímpicos jugaron contra una escuadra de amateurs.

El partido que parecía el más sencillo para México en toda su aventura por Río se volvió obscuro. Durante los 90 minutos, Oribe y Pizarro resultaron heridos de esa batalla en la que el Tri sacó tres puntos indispensables para mantenerse con vida en el certamen brasileño.

Conforme fueron pasando las horas, los diagnósticos médicos confirmaron lo peor para la delegación del Tri Olímpico: los dos lastimados acabaron rotos.

“Duele y duele mucho, porque son dos tipos extraordinarios. Son lesiones muy fuertes. Te olvidas de la parte futbolística, porque es lo de menos, cuando hay lesiones. Esto es futbol, al final de cuentas”, expresó el “Potro”. La dirigencia del balompié nacional estuvo reunida con caras de preocupación. Decio de María (presidente de la Federación Mexicana de Futbol), Guillermo Cantú (secretario general) y Dennis Te Kloese (coordinador de selecciones menores) se notaron acongojados y desesperados por la situación que vive el Tri Sub 23.

Algunos familiares de los seleccionados trataron de animar al padre de Pizarro, con abrazos y pláticas amenas. Más el ambiente en la delegación futbolera no cambió. La goleada a Fiji se queda en las estadísticas, pero perder a Oribe Peralta y a “Rodo” Pizarro en el momento crucial es un golpe directo al corazón del combinado nacional.

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