FOXBOROUGH.— Sufrir múltiples reveses emocionales en su interminable carrera por ser el guardameta titular de la Selección Mexicana ha hecho que Guillermo Ochoa valore aún más lo que tiene. Lamentar aquello que le falta no es parte de su filosofía de vida.
Eso explica la sonrisa que ilumina su rostro. Continuar con opciones de resguardar el arco tricolor en Brasil 2014 significa una victoria moral para el canterano americanista, quien mantiene intacta la ilusión de cristalizar el sueño.
Además de trabajar, decreta y pondera su actualidad, con unas panorama muy distinto al de hace varias semanas, cuando José de Jesús Corona y hasta Moisés Muñoz parecían aventajarle.
“Estoy tranquilo. No tengo ansiedad ni estoy desesperado. Me siento contento”, revela. “Si miramos atrás, hace un par o tres meses, ni siquiera estaba contemplado [para ir a la XX Copa del Mundo]”.
“Me dediqué a trabajar, demostrarlo en la cancha, hablar en el terreno de juego, aprovechar las oportunidades y momentos en los que tenía que demostrar con entrega, presión y actitud. Ahí estoy, hasta el último momento disputando el puesto titular. Nadie me ha regalado algo, todo me lo he ganado en la cancha y me siento listo para jugar”.
Seguridad que nunca había experimentado en su carrera, no a unos cuantos días de iniciar el evento futbolístico más importante del planeta.
Honesto, el ex meta del Ajaccio confiesa que percibe cercana —como nunca antes— la opción de ser el arquero tricolor en un Mundial.
“Así me siento, lo veo de esa manera y trabajo día a día con eso”, comparte, ilusionado. “Trabajo pensando en jugar, hacer cosas grandes con México, en conjunto”.
“Todas las mañanas, cuando me levanto, me preparo para estar ahí y hacer las cosas bien”.
Por lo que resta importancia a no haber sido titular, antenoche, frente a Portugal.
“No es común [sta situación], pero normal. Miguel viene llegando, tampoco tiene tanto tiempo como en las demás selecciones”, subraya. “De los 23 [futbolistas] que estamos, todos pueden jugar, están listos mental y físicamente, por lo que es normal que tenga dudas. Tampoco se tuvieron tantos partidos como en mundiales previos”.
La batalla se ha reducido a dos. Talavera y los inmiscuidos tienen claro que el portero del Toluca ya es la tercera opción para El Piojo, quien tendrá unos cuantos entrenamientos en Santos, Brasil, para definir al dueño del puesto que más jaquecas le ha provocado.
Son días cruciales, pero Ochoa sentencia que “tampoco hay tensión. Todos los porteros, el grupo, estamos muy tranquilos, porque cualquiera puede jugar”.
“Es posible que ocurran muchas circunstancias de aquí al siguiente partido. Lo importante es que estamos bien y todos nos encontramos enteros”, asegura. “En lo personal, me siento contento por el accionar que tuve, mis actuaciones, las oportunidades que pude tener, porque las cumplí de buena forma, con las exigencias dentro de la cancha, la presión que tenía encima y me visualizo de titular”.
Postura con la que se familiarizó después de tanto dolor. Existe la posibilidad de que vuelva a perder, mas valora el simple hecho de seguir en competencia.
FOXBOROUGH.- Ser parte del equipo que inició el cotejo ante Portugal no significa demasiado para José de Jesús Corona. De los 11 titulares empleados antenoche, es el que viaja a Brasil con menor seguridad de que se mantendrá dentro de la alineación para el anhelado duelo del viernes, contra Camerún, en Natal.
La razón es ese chico de ensortijada cabellera con el que ha competido desde hace una década.
Seis días antes de la presentación tricolor en la XX Copa del Mundo, Miguel Herrera mantiene la incógnita sobre quién resguardará el arco mexicano... Y al meta del Cruz Azul no le queda más que resistir, pero resalta lo hecho cuando se le han otorgado minutos sobre el lienzo verde.
"Lo más importante para mí es que dejé la portería en cero", asegura, a propósito de la mitad que jugó contra los lusitanos. "Para un portero, eso siempre tiene mucho valor, aunque hubiera sido mejor redondearlo con una victoria".
Medallista áureo en los Juegos Olímpicos Londres 2012, titular en la Copa Confederaciones del año pasado y durante buena parte de la eliminatoria mundialista, el jalisciense deja entrever cierta inquietud. Al igual que a Guillermo Ochoa, le gustaría que El Piojo ya se hubiera decidido.
"Son decisiones técnicas que se respetan", atina a decir. "Lo que está en nuestras manos, simplemente, es seguir trabajando, aportando para nuestros compañeros, que es lo más importante".
"De ahí en más, la decisión la va a tomar Miguel y, el que no lo haya hecho todavía, te habla de que hay una gran competencia en esta posición, así es que seguiremos buscando el puesto titular".
Corona recibió sus primeros minutos en la era del Piojo durante el choque de despedida ante Israel. El accidental golpe que le propinó Francisco Javier Rodríguez puso en riesgo su permanencia en la lista. Al final, libró el peligro.
"Uno siempre trata de realizar las cosas lo mejor posible. Me siento bien con lo que hice y ahora resta trabajar, además de esperar la decisión", recuerda. "Siempre trabajo para jugar. Todos queremos estar en la cancha".
Así es que aceptó el reto de mostrarse durante los primeros 45 minutos del choque con los portugueses. Sabía que su competidor de siempre atajaría en el complemento.
"Traté de aprovechar esta oportunidad", sentencia. "Él [Herrera] habló con nosotros sobre que cada quien iba a jugar una mitad y, ni hablar, es lo que decide, por lo que hay que respetarlo".
"Siempre que se nos dé esa oportunidad de jugar un minuto o los que sean, hay que tratar de aportar".
En especial cuando se ha llegado al momento cumbre. Pese a que El Piojo ha postergado la decisión, quedan pocos granos por caer en el reloj de arena. La batalla se ha reducido a dos, por más que Corona cumpla con las formas en incluya a Alfredo Talavera en el discurso.
"Somos los tres todavía. No se ha tomado la decisión", recuerda. "Ahora nos dio la oportunidad a Memo y a mí, pero sabemos que también está Talavera, quien viene haciendo muy bien las cosas, trabajando día con día, al igual que nosotros, esforzándose y buscando ganarse el puesto titular".
Honor que siente cerca, aunque también el chico con la ensortijada cabellera.
