A finales del año pasado, el luchador Matt ‘Corey Graves’ Polinsky recibió la noticia de que su carrera dentro de la WWE había terminado, al no aprobar los exámenes médicos que se necesitan para mantener la licencia dentro de la empresa. La cortina del show se bajó para él y con ello los recursos monetarios para mantener a su familia. Un tsunami casi de la magnitud de las conmociones que sufrió dentro de los encordados golpeó su vida con interrogantes sobre su futuro.

Por aquellas fechas, el peleador de la UFC, Dominick Cruz tuvo su primera participación dentro de una cartelera en casi tres años. Las lesiones lo habían alejado del octágono, mismo que no ha vuelto a pisar.

Con las luces del escenario apagados para ambos, la oportunidad llegó con un micrófono, el cual ahora explotan comentando lo que sucede en las empresas más importantes de lucha y artes marciales mixtas, respectivamente.

“Desde que era niño pensé en dedicarme a la lucha, no tenía otro ideal en mi vida que convertirme en luchador. Cuando me revelaron que ya no podía hacerlo, mi vida se derrumbó. Pero ahora tengo esta oportunidad que me han dado de ser comentarista en NXT y es algo con lo que me siento cómodo”, declaró Graves.

Cruz, ante el impedimento de continuar dentro de la jaula, ahora lo analiza desde afuera.

“ Lo que yo hago mientras no puedo pelear, que ya es bastante tiempo, porque estoy lesionado, es ser comentarista para Fox Sports. Soy muy afortunado de que los golpes no me hayan afectado tanto la cabeza, porque puedo seguir hablando y por lo tanto puedo trabajar en eso. Fox me ha ayudado a sobrevivir. He peleado una vez en cuatro años a causa de lesiones y no es algo que yo elegí, cuando escucho que la gente dice que lo único que hago bien es lesionarme, me impacta y me duele mucho, pero por ahora, se hace lo que se puede”, detalló Cruz.

Así, cuando su cuerpo los abandonó para pelear, su mente y conocimientos los rescataron.

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