La velocidad jamás podrán recuperarla. En su lugar, ahora cuentan con el liderazgo que les da la experiencia. Son más cerebrales que impulsivos y para muchos equipos y selecciones son básicos en el 11 ideal.

Les llaman “veteranos” una vez cruzan la barrera de los 30 años. En el Mundial de Brasil asistieron varios, como el italiano Andrea Pirlo (35 años), el mexicano Rafael Márquez (35), el alemán Miroslav Klose (36) y el camerunés Samuel Eto’o (33), entre otros.

Pero, ¿cómo es que logran alargar sus carreras, si el promedio de longevidad de un futbolista oscila entre los 30 y los 35 años?

“La experiencia es la serenidad, la calma, que no se ponga nervioso y que pueda ser líder en el campo”, asegura Manuel Lapuente Díaz, seleccionador nacional en Francia 1998. “Esas cosas ayudan a la tranquilidad. Un joven te va a dar la dinámica, las ganas, la determinación, el coraje”.

Al análisis del estratega se suma el del reconocido preparador físico Ariel González, quien detalla que los jugadores mayores de 30 años pueden requerir más cargas de trabajo.

“Mira, este es un deporte colectivo, por lo tanto, hay una carga que es colectiva, que están obligados a hacer todos los jugadores, y después tenemos una parte del entrenamiento que individualizamos, que le llamamos cargas extras, de acuerdo con las necesidades”, comparte el especialista, quien labora actualmente con los Pumas.

“Es decir, un jugador de más de 30 años, no necesariamente tiene que entrenar menos, hay veces que tiene que entrenar más, porque él está en un proceso de pérdida de capacidad motora, puede ser la fuerza, la velocidad, después de ciertas edades comienzan a disminuir. Entonces tratamos de hacer trabajos especiales, ya sea antes o después del entrenamiento, para ir paliando los déficits que puedan tener tanto los jóvenes como los veteranos”, explica González a EL UNIVERSAL.

“Si aisláramos el aspecto físico, veríamos cómo el joven tiene de manera general mayores prestaciones de velocidad, fuerza y resistencia, así como también mayor recuperación entre los partidos de la competencia”, señala Daniel Ipata, director de Elite Training Center.

El preparador físico uruguayo asegura que los experimentados necesitan, cuando se enfrentan a los niveles más exigentes, “más recuperación y medios regenerativos que aceleren la misma”.

Al final, “el joven a veces se va a precipitar en el actuar y el maduro se va a calmar”, precisa Lapuente. “Sí hay diferencia, pero en un momento dado es preferible la dinámica que la serenidad”, añade.

Los problemas de un veterano son que “se pueda fatigar”. Lo que tiene uno le falta al otro, asegura el estratega, campeón con México en la Copa Confederaciones 1999.

Por citar un ejemplo, en Brasil 2014, Alemania cuenta con la velocidad y la potencia de Thomas Müller, de 24 años de edad. Mas el veterano Miroslav Klose, a sus 36 años, está apto para representar a su país y equilibrar la balanza del técnico Joachim Löw.

Con pocos minutos, pero un historial superior a 70 goles con el representativo europeo, Klose inyecta una motivación especial al grupo. Su gol 15 en Mundiales, alcanzado en la fase de grupos contra Ghana, simboliza igualar una marca única, al lado del brasileño Ronaldo.

“Al joven, a lo mejor la precipitación lo induce a cometer errores graves y eso entre más velocidad exista, menos precisión. Eso es lo que sucede con un joven, a diferencia de un veterano”, compara El Hombre de la Boina.

Lo ideal es sacarle provecho a ambos en conjunto, aunque “depende en dónde jueguen y en qué posición cada uno, pero si puedo unir a los dos, qué bueno”, celebra. “Un medio con madurez y un delantero con dinámica, eso es más o menos lo que se requiere”. Quizá “algún medio de contención, o por el lado derecho o izquierdo, depende, mas la combinación es ideal, porque se requieren jóvenes con madurez”.

En Brasil 2014, el colombiano James Rodríguez ha sido uno de los jóvenes que más han llamado la atención. Pese a quedar fuera del certamen, a manos del anfitrión Brasil, a sus 22 años, el jugador del Mónaco es pretendido por varios clubes, gracias a que el técnico José Pékerman ha sabido pulirlo.

“Le están sacando provecho, porque lo están haciendo jugar y no sé si deba de tener o tiene libertad de acción dentro de la cancha, yo creo que sí. Este muchacho viene a ayudar ofensivamente, tiene mucha visión e inteligencia para jugar”, aplaude Lapuente.

El otro ejemplo que cita se llama Rafa Márquez, quien en el sentir de don Manuel “fue un excelente líder [para México]. Normalmente, toda la vida lo ha sido dentro de la cancha, desde que por ahí jugó conmigo en la Copa Confederaciones y ganamos, hasta ahora, se ha mantenido como tal y ha respondido muy bien”, remata Lapuente.

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