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A Fabiola Corona le cambia el rostro cuando recuerda ese amargo episodio de su vida, palidece. Le molesta traerlo de vuelta a su mente y hasta se aflige, pero la triatleta mexicana ha sacado fuerzas, gracias a su gran carácter, además de su espiritualidad, para poder “olvidar” el secuestro que sufrió en octubre pasado —cuando entrenaba ciclismo en los límites del Ajusco— y seguir adelante con su vida deportiva y personal.
“Tratar de seguir, la vida continúa... —relata la triatleta ex olímpica— sigo rodando, corriendo, sigo nadando, sigo entrenando. Tengo un carácter muy fuerte, soy muy espiritual, siempre estoy aferrada a que Dios me protege, que está conmigo y no va a pasar nada. Gracias a Dios, no he tenido episodios de terror o de miedo, sólo sigo andando en bici como lo hacía antes”.
En el Día Internacional de la Mujer, Fabiola elogia y felicita a todas las triatletas mexicanas, por ser tan competitivas y por llevar —como ella— en su ADN el instinto de superación que las hace seguir adelante ante cualquier adversidad, como la que ella vivió, pero que ha sobrepasado, gracias a su temperamento.
“Yo soy de carácter fuerte, a veces, en vez de decirme Fabiola me decían ‘Rabiola’, porque me transformaba y soy muy competitiva, porque me prendo y grito, pero creo que es parte del triatlón y por eso soy atleta de alto rendimiento. Si tuviera mi carácter muy débil, pues a la primera me rendiría y diría: ‘Ya me cansé, ya mejor tiro la toalla y aquí me quedo sentada a descansar’. Ese carácter es el que me ha ayudado a no rendirme, a luchar, y aunque ‘chille’, me ayuda a llegar a la meta y darlo todo en el terreno de batalla”.
Sin embargo, acepta que ese trance la ha obligado a modificar algunos aspectos de su vida deportiva.
“Ya no subo al Ajusco, estamos con nuevas alternativas, que también es algo bueno, muchos atletas profesionales hacen ‘indoor’, que es entrenar en rodillo o en banda y son muy buenos. Con esto que pasó [el secuestro], pues tuve la oportunidad de probar el rodillo y la verdad es que es un muy buen entrenamiento y eso me ha ayudado mucho en la forma de mi preparación”.
Aunque confiesa que los fines de semana busca salir a rodar en carretera, pero ahora lo hace con grupos grandes de ciclistas para sentirse protegida.
El duro golpe en Beijing
Fabiola Corona ha tenido una carrera deportiva llena de grandes éxitos, pero también ha debido sobreponerse a algunos tropiezos, como el que vivió en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, en donde fue descalificada por no finalizar la extenuante prueba.
—La vida de un atleta es como un sube y baja, a veces vas a estar arriba, a veces abajo, pero en las dos vas a aprender, vas a crecer. El triatlón para mí fue algo muy prematuro, yo no me imaginé jamás estar en unos Olímpicos. Un año me enfoqué en el triatlón y gracias a Dios pude calificar; claro que así como llegué tan rápido, así me vine abajo tan rápido. Fue la peor competencia que he hecho en mi carrera. ¿Cómo te levantas? Pues así, va a haber una competencia que te vaya muy bien, va a haber una en donde te vaya muy mal y de todas te vas a tener que levantar. Así es en la vida también, siempre va a haber triunfos y fracasos, que en realidad no son fracasos, sino aprendizajes y enfocarme en lo positivo.
—Este año ya me retiro, tengo 34 [años], voy a cumplir 35 en abril y ya como atleta profesional, ya me estoy despidiendo, entonces este año pienso darle con todo para despedirme bien, ya llevo 14 años compitiendo profesionalmente.
—Pues suena bien, quizá hacer algo positivo, me gustaría ayudar a las mujeres y a los niños, enfocarme más en impulsar a las mujeres, activarlas, que todas hagan deporte y que todos los niños hagan deporte en todo México.
—Las mujeres han tenido buenos cargos y han hecho bien las cosas, como que tenemos otro estilo, diferente, puede ser que llegue una mujer que lo haga mejor o peor, no sabemos, pero estaría bien, sería interesante ver cómo funciona con una mujer en Conade.
Yo creo que cada vez hay más mujeres en el triatlón. Muchas, quizá al principio les da miedo, pero las mujeres somos bien guerreras y nos gusta ponernos retos fuertes y yo creo que la mayoría de las mujeres, ya ahorita, como objetivo quieren hacer un triatlón y después se avientan al medio y luego quieren un ironman.
—Las mujeres somos ambiciosas porque queremos ganar, no sólo es el objetivo de mantener la línea, que es el objetivo de la mayoría, pero también somos competitivas, nos gusta que los resultados mejoren, que si en una competencia no nos fue muy bien, al día siguiente estamos con más hambre y sed de triunfo y queremos luchar por podio y tenemos esa sangre que nos hierve por competir y por demostrarle al mundo, a la gente, a los hombres o a quien sea, que si nos proponemos algo, sin duda lo podemos cumplir.
Yo llevo dos ironman, y en los dos me ha tocado ver que hay hombres caminando en las zonas de abastecimiento, ya van deshechos y no veo mujeres caminando; entonces, yo creo que las mujeres tenemos ese plus o ese extra de que resistimos más el dolor, de que si nos proponemos algo, lo queremos y así va a ser.
—Mis heroínas son las esposas ‘mortales’, que tienen hijos y que tienen esposo, que compiten y entrenan y además hasta trabajan y mis respetos, porque siempre llegan temprano a los entrenamientos y son constantes. No somos el sexo débil.
—Justo escogí al compañero que le gusta lo mismo que yo, entonces nos acompañamos en todos los entrenamientos, en todas las competencias; él compite en categoría, yo en élite, pero todo el tiempo estamos juntos.
—Este año me estoy enfocando un poco más en las distancias largas [70.3] o medio ironman. Voy al Medio de Monterrey [13 de marzo], pero el evento más importante para mí va a ser el Challenge de San Gil [21 de junio] y después el Medio de Cozumel [20 de septiembre], el Medio de Los Cabos [25 de octubre] quizá, y quiero ver si voy al Mundial de Xterra, que es en Italia. Este año tengo como 15 competencias.
