Nueva York.— La inmortalidad da la bienvenida a dos peloteros que cautivaron miradas, deshicieron maderos, se volaron bardas, pero increíblemente no pudieron obtener un anillo de Serie Mundial.

Ken Griffey Jr. fue elegido nuevo miembro del Salón de la Fama, con el mayor porcentaje de votos que cualquier pelotero haya obtenido en la historia, pero sin alcanzar la unanimidad.

Mike Piazza fue también electo como nuevo integrante del recinto de Cooperstown, mientras que Jeff Bagwell y Tim Raines no alcanzaron el porcentaje requerido, de acuerdo con los resultados anunciados ayer.

Griffey, pelotero estelar durante la llamada “era de los esteroides”, jamás fue manchado, sin embargo, sin acusación alguna sobre consumo de drogas para mejorar su desempeño, no consiguió la unanimidad, al aparecer se quedó en 437 de los 440 boletas de la Asociación de Cronistas de Beisbol de Norteamérica (BBWAA por sus siglas en inglés).

Tomado por los Mariners de Seattle en el Draft de 1987, Griffey se convirtió en el primer seleccionado en la ronda uno del sorteo en alcanzar el Hall of Fame.

Este año fue la primera vez que Griffey podía ser votado como nuevo integrante del Salón de la Fama. Su porcentaje, de 99.3% de los votos, rebasó el alcanzado por el serpentinero Tom Seaver con 98.84% en 1992.

Con 630 jonrones, Griffey se ubica sexto en la lista de todos los tiempos en este rubro, mientras que en carreras impulsadas es décimo tercero con mil 836. Ken, fue electo a 13 Juegos de Estrellas y ganó 10 Guantes de Oro, empatado en el tercer puesto entre los jardineros. Es uno de tres jugadores con 500 jonrones y 10 Guantes de Oro, junto con Willie Mays y Mike Schmidt, y es uno de siete jugadores con 300 jonrones y mil 100 carreras remolcadas antes de cumplir 30 años.

Tom Seaver tenía en su poder el récord de votos obtenidos, apenas por encima de Nolan Ryan (98.79). El récord para un jugador de posición le pertenecía a Cal Ripken Jr. (98.53%).

Piazza, quien figuró entre los candidatos por cuarta ocasión, obtuvo 365 votos.

Al contrario que Griffey, Piazza ahora se convierte en el elemento surgido del Draft que más tardó en ser seleccionado, pues su nombre sonó hasta la ronda 62, ocupando el sitio mil 390 del sorteo de 1988. Y de hecho, que los Dodgers lo escogieran fue un favor que Tommy Lasorda, manager de Los Ángeles, le hizo al padre de Mike.

Piazza, líder de todos los tiempos en cuadrangulares para un receptor, también se convirtió en una leyenda para los Mets de Nueva York al ayudar al equipo a llegar a la Serie Mundial de 2000. En ligas menores tuvo que mudarse de la primera base a la receptoría, para alcanzar el sueño, pues no le veían gran futuro, a pesar de su poder con el bat. Pero todo eso lo superó Piazza.

Un pelotero necesita al menos 75% de los votos para conseguir entrar al Salón de la Fama.

Jeff Bagwell (71.6%), Tim Raines (69.8%) y Trevor Hoffman (67.3%) redondearon los primeros cinco en la votación de este año.

Después de que una nueva regla retiró el derecho de voto a 100 periodistas que no escriben ya sobre temas de beisbol, hubo un aumento significativo en el respaldo a algunos elementos acusados de utilizar esteroides. Roger Clemens llegó a 45% y Barry Bonds a 44%.

Ambos habían obtenido alrededor de 37% el año anterior.

Pero aún está lejos el día que los escritores de beisbol decidan abrir la puerta del Salón de la Fama a jugadores que usaron sustancias prohibidas.

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