La promesa de Miguel Herrera es que ese personaje en el que se convirtió: dicharachero, carismático, polémico y explosivo, no va a desaparecer. Ahora que regresa a los banquillos, luego de su abrupta salida de la Selección Nacional, será fiel a su estilo, dice.

Mantendrá sus famosos festejos efusivos, la misma enjundia y personalidad para dirigir a los Xoloitzcuintles de Tijuana, equipo con el que debutará mañana.

“Voy a ser el mismo de siempre, el mismito. Voy a estar con la idea clara de que las cosas salgan bien”, advierte en entrevista con EL UNIVERSAL.

Su misión es guiar a la escuadra fronteriza a un segundo título de Liga en su aún joven historia. El ‘Piojo’ reconoce que si comienza a lograr los objetivos trazados, podrá ser, nuevamente, una opción para ser el seleccionador mexicano.

“Vamos a ver, hay que mostrar que estás listo [para volver al Tri], que trabajas. Los resultados que diste fueron los idóneos. Si seguimos trabajando bien como lo hemos hecho, podemos ser candidato para el futuro”, considera.

La última vez que Herrera estuvo investido en el cargo de director técnico fue en el aeropuerto de Filadelfia. Entrenaba al conjunto mexicano, que ya venía de regreso a la capital del país, tras la conquista de la Copa de Oro 2015. En ese sitio, se encontró con Christian Martinoli.

El comunicador describía al ‘Piojo’ como “marquetinero”, “populachero” y “porrista”. Adjetivos que habían molestado a Herrera, al grado de tomar represalias físicas contra el comentarista de TV Azteca.

El desenlace fue una novela que terminó en el despido del estratega del llamado “equipo de todos” por parte de Decio de María, quien aún no asumía la presidencia de la Federación Mexicana de Futbol.

Herrera acepta que el instante del cese fue doloroso, pero que ya le dio la vuelta a la página.

“Fue difícil en el momento [salir de la Selección], pero después ya lo asimila uno. No estuve de acuerdo con la decisión, pero hay que aceptarla y luego prepárarte a lo que sigue, y ya estamos listos para volver a trabajar”, resalta.

“No estuve de acuerdo [en el despido] y hay que seguir aprendiendo. No me gustó, no es lo que haya merecido o no, ya lo hicieron, ya lo decidieron”, añade.

Sobre Juan Carlos Osorio, su sucesor en el combinado nacional, Herrera no tiene palabras; opta por el silencio. Deja cualquier tipo de descripción a los federativos que toman las decisiones.

“Eso ya te lo tendrá que decir Decio, [Guillermo] Cantú y Santiago Baños”, ataja.

El ‘Piojo’ tuvo lecciones que aprender, tras el incidente con el polémico Martinoli. Sin embargo, evita decirlas, porque las tiene reservadas para sí mismo.

“Eso me lo guardo para mí, es una experiencia que queda para siempre y no queda más que prepararse para lo que sigue”, expresa.

Lo que sí presume es el apoyo de los seleccionados, quienes le brindaron su respaldo en los medios de comunicación —como lo hizo Andrés Guardado, luego de la obtención del pase a la Copa Confederaciones— y en el terreno privado.

“Como lo he dicho, Guardado lo hizo público, muchos otros me hablaron para expresarme su apoyo y manifestarme lo mismo que hizo Guardado. Formé un grupo extraordinario, logramos los objetivos trazados. Les dije que quien esté al frente de la Selección, ellos van a ser ganadores”, descubre.

Como en toda crisis, el ‘Piojo’ buscó respaldo. Lo encontró en la familia, quien no lo dejó caer.

“La familia es la que te ayuda, después de todo, lo que encuentras, lo que ves, cuando enfrentas ese tipo de cosas, puedes tener muchos amigos, pero siempre encuentras fortaleza en la familia”, apunta.

“Estuve alejado de los reflectores porque no tenía trabajo. Disfruté a la familia, estuve en mi casa, en Monterrey, vi a mi hija. Me voy de vacaciones, aquí, allá. He ido a algunos programas de televisión, pero nada más”, añade.

Antes de firmar con Tijuana, Miguel Herrera confiesa que “comenzaba a ser tedioso el día”. Mas cuando tenía la oportunidad se dedicaba a ver partidos de futbol, no sólo de la Liga MX, sino del mundo.

“Estoy preparado para volver a entrenar. Lo haré como el mejor ánimo de siempre”, expone el polémico ‘Piojo’, quien vuelve por sus fueros como todo un perro hambriento y sin renunciar a lo más profundo de su esencia como entrenador.

Sueña con ser DT en Europa. La mente de Miguel Herrera no sólo apunta hacia la Selección Mexicana o estar con algún otro combinado en el Mundial Rusia 2018.

Buscará en el futuro seguir los pasos de Javier Aguirre, quien fue entrenador durante varios años en el viejo continente en equipos como el Osasuna, Atlético de Madrid, Real Zaragoza y Espanyol.

“Me gustaría ir a Europa, es uno de nuestro ideales, y estoy seguro que en algún momento nos tocará ir para allá”, anhela el ‘Piojo’.

Herrera asegura que, mientras estuvo en el desempleo, le llegaron ofertas de Medio Oriente.

Ninguna le satisfizo.

“Tuve ofertas de Arabia Saudita que eran muy atractivas en el tema económico, pero no lo eran tanto en lo deportivo”, aclara.

Prefirió quedarse en México para integrarse a Tijuana, pese a esos ofrecimientos y a las especulaciones en que la selección de Estados Unidos y equipos de la MLS estaban interesados en sus servicios.

“He visto igual el futbol esté dentro o fuera. Lo que sí es que pondré mi granito de arena para que el futbol mexicano funcione mejor”, indica Herrera, seguro de que su retorno a la Liga MX la noche del viernes ante Pachuca será exitoso.

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