Nueva York — Randy Johnson, Pedro Martínez y John Smoltz, un trío de ases que con solvencia hacían ver mal a los bateadores rivales en una era de desmedida producción ofensiva, fueron elegidos al Salón de la Fama junto a Craig Biggio.

Habrá cuatro nuevas placas en los pabellones del museo de los inmortales que se encuentra en Cooperstown, un pequeño pueblo en el norte del estado de Nueva York.

Se trata de la primera vez desde 1955 que los cronistas seleccionan a cuatro peloteros en un mismo año.

Martínez, Johnson y Smoltz fueron incorporados en su primer año en la papeleta de candidatos. Biggio lo consiguió en su tercer intento y tras quedarse corto por dos votos en 2014.

Para ser elegido, se necesita alcanzar un 75% de los votos. La ceremonia de exaltación se realizará el 26 de julio.

La nube gris de los escándalos de dopaje sigue manteniendo al margen a varias luminarias del deporte.

Nadie ganó más premios Cy Young al mejor lanzador que Roger Clemens (7). Nadie se le acerca a Barry Bonds en conquistas del trofeo al Jugador Más Valioso (7). Pero los dos siguen estancados alrededor del 35%.

Mark McGwire y Sammy Sosa, en cambio, recibieron un apoyo exiguo que por lo menos les permite seguir en consideración un año más.

“Es algo que me hace sentir muy triste”, dijo Martínez. “Son jugadores singulares, gente que admiro.

“Es un sombra que cubre a tantos”, dijo Smoltz. “Soy consciente de que la prensa y la gente tienen una gran dificultad para poder determinar”.

Ganador tres veces del premio Cy Young, Martínez recibió 500 votos para un 91.1%. El derecho registró una marca de 219-100 en su carrera, con efectividad de 2.93, 3.154 ponches y 760 boletos en 2.827 innings. También fue pieza esencial del equipo de Boston que en 2004 se adjudicó su primera Serie Mundial en 86 años.

El Salón de la Fama ahora tendrá dos placas de jugadores dominicanos. Martínez se une a Juan Marichal, otro lanzador que fue elegido en 1983.

“Quiero dedicárselo a mi familia, a la República Dominicana, a Latinoamérica”, dijo Martínez.

Tres de los cuatro elegidos fueron lanzadores que en los albores de sus carreras fueron cambiados de equipos: Martínez de Dodgers a los Expos por Delino DeShields, Johnson de los Expos a los Mariners por Mark Langston y Smoltz de los Tigers a los Braves.

El zurdo Johnson fue quien más votos obtuvo.

Johnson, cinco veces galardonado con el Cy Young en una carrera con 303 victorias y 4.875 ponches, recibió respaldo en 534 de las 549 papeletas. Su porcentaje de 97.5 quedó como el octavo más alto en la historia.

“Nunca me imaginé ser parte del Salón de la Fama”, dijo Johnson.

Smoltz, el único pitcher en la historia con 200 victorias y 150 salvados, además de un récord de 15-4 en la postemporada, alcanzó 455 votos (82.2 y entra a Cooperstown un año después que Greg Maddux y Tom Glavine, sus compañeros de rotación de Atlanta que fueron elegidos el año pasado.

Maddux, Glavine y Frank Thomas, toletero de Medias Blancas de Chicago, ingresaron en la primera vuelta, así que por segunda votación seguida tres peloteros obtuvieron el apoyo sin tener que esperar.

Biggio debió aguardar tres años. Logró 454 votos y por 42 superó el 75% necesario. Biggio totalizó 3.060 hits en su carrera con un mismo equipo, los Astros de Houston. Con su incorporación, Pete Rose (vetado de por vida) , Rafael Palmeiro (quedó fuera tras cuatro votaciones) y Derek Jeter (recién retirado) son los únicos peloteros con 3.000 hits en no estar en el Salón.

La BBWAA (siglas en inglés de la asociación de cronistas) no elegía a un grupo tan amplio de jugadores desde que hace 60 años elevó a Joe DiMaggio, Gabby Hartnett, Ted Lyons y Dazzy Vance. AP

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