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Para llegar al Super Bowl XLIX, el 1 de febrero en Arizona, los Cowboys de Dallas tendrán que librar una batalla en contra de su propia historia.

Desde su fundación, en 1960, sólo en cuatro temporadas Dallas tuvo que jugar más de dos partidos de postemporada fuera de casa para alcanzar el duelo por el título.

Sólo una vez consiguió la misión de avanzar a él y nunca ha alcanzado un campeonato por esa ruta.

Eso ocurrió en el lejano 1975, cuando los Cowboys necesitaron de una milagrosa jugada de Roger Staubach para vencer a los Vikings de Minnesota.

En la Ronda Divisional, cuando el tiempo expiraba y los Cowboys perdían 14-10, Staubach lanzó un pase de 50 yardas que terminó en anotación en una jugada que se ganó un lugar en el libro de frases de los aficionados a la NFL.

“Sólo cerré mis ojos y dije: ‘Ave María’...”, explicó Staubach.

Después de eso, Dallas apaleó a los Rams de Los Ángeles en la final de la Conferencia Nacional y avanzó al Super Bowl X, pero lo perdió 21-17 con los Steelers de Pittsburgh.

Las otras tres temporadas en las que Dallas debía jugar dos partidos de Playoffs fuera de casa, nunca pudieron ganar más de uno.

El primer reto para los Cowboys fue en 1972, cuando superaron a los 49ers en San Francisco 30-28, pero en la final de la Conferencia cayeron 26-3 ante los Redskins, en Washington.

La segunda ocasión fue en 1975 y cinco años más tarde, Dallas superó 34-13 a los Rams en el divisional, pero cayó 20-7 ante los Eagles, en Filadelfia.

Un escenario similar se volvió a presentar hasta 1991, cuando los Cowboys fueron a ganar a Chicago 17-13 en la Ronda de Comodín, para luego sucumbir por 38-6 ante los Lions, en Detroit.

Tras dejar en el camino a Detroit en un polémico partido, Dallas ahora se alejará de Texas para enfrentar a los Packers en Green Bay en la Ronda Divisional, en lo que ya se considera como el ‘Ice Bowl II’ (en el partido más gélido de la historia) porque será apenas su segunda visita en postemporada al mítico Lambeau Field.

Los Cowboys llegarán al juego montados en una racha de ocho triunfos consecutivos como visitantes y si logran extenderla a nueve, su rival saldría del choque entre Seattle y Carolina.

Los Seahawks, que terminaron como el mejor de la NFC, llegan con seis victorias consecutivas y como claros favoritos para superar a los Panthers.

Si Dallas sorprende y gana en Green Bay, donde son desfavorecidos por 5.5 puntos, y los Seahawks cumplen su rol de favoritos, los Cowboys irían al CenturyLink Field para su segundo partido de Playoffs fuera de casa este año.

Dallas ya consiguió un triunfo en Seattle este año en la Semana 6, por 30-23, pero volver a repetir la dosis luce más que complicado.

Seattle sólo ha perdido dos partidos en casa en los últimos tres años.

Sí, para llegar al desierto de Arizona a disputar el que sería el noveno Super Bowl de su historia, los Cowboys tendrán que recorrer un sendero muy difícil.

¿Imposible? El tiempo dirá.

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