Se trata de una sirena. Capaz de sumergirse en las profundidades del mar y permanecer ahí casi por seis minutos sin respirar. Estrella Navarro es una nadadora de buceo libre. Una disciplina que exige destreza física y mental. La de tener una simbiosis con el agua que la mexicana ha alcanzado tras años de entrenamiento.

Navarro, originaria de la ciudad de La Paz, se convirtió en 2013 en la primera latinoamericana en alcanzar una medalla de bronce en un Campeonato Mundial de la especialidad. Una presea que conquistó en aguas griegas en septiembre pasado y que espera sirva de inspiración para que más nacionales practiquen esta disciplina.

“Puede ser una inspiración para otros mexicanos que les pueda interesar el realizar este deporte de manera competitiva, porque cualquier país podemos tener logros. Es una motivación el ver que, a pesar de que somos un país con pocos atletas, estamos empezando bien. Ojalá dentro de poco, de ir uno o dos a las competencias mundiales, seamos como Japón o Francia, con más de 20 competidores para alcanzar logros como este”, anhela Navarro, en entrevista con EL UNIVERSAL.

En México hay un puño de 15 nadadores a nivel competitivo de un groso cercano a más de 200 personas que practican esta disciplina que consiste en alcanzar una mayor profundidad en el mar sin ayuda de algún aparato o tanque de oxígeno. A nivel mundial, en el pasado Campeonato de Kalamata, tomaron parte 150 atletas de 34 países. Por ello, Estrella denota orgullo al contar su hazaña.

“Estoy muy contenta de haber obtenido esta medalla y creo que, como en todo, cualquiera con el entrenamiento adecuado puede tener el logro que se imagine. Lo primero que hice para lograr esto fue creérmelo y después todo fue pasando. No lo hice sola, lo hice con todas las personas que me han formado”, resalta.

Esta sirena mexicana, que además de su talento para sumergirse sobresale por su belleza, comenzó su contacto con el agua desde su primer año de vida por iniciativa de su padre Carlos Navarro. Pero fue hasta hace apenas tres años que inició su aprendizaje formal de buceo libre. Bajo la dirección de su entrenador Aharon Solomons ha pasado de aguantar la respiración de 3:20 minutos a 5:40 minutos.

“Lo que más se disfruta es el llegar a un estado de paz interior al estar en las profundidades y llegar a ese estado en el que te conectas con el mar y te sientes parte de él. Es muy gratificante. Lo que más me gusta del buceo es lo que llamamos el dejarse caer ya hacía la profundidad sin moverse. Después de cierta profundidad, por cuestión de la gravedad, empiezas a caer a la misma velocidad sin moverte como si estuvieras nadando”, comparte la nadadora de varias marcas nacionales.

Para este 2014, Estrella se prepara para competir en la justa internacional Vertical Blue. La sirena mexicana va por más.

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