PACHUCA.— Fue el número que engrandeció Miguel Calero y que tras su fallecimiento, jamás volverá a ser utilizado por algún futbolista de los Tuzos.

El dorsal “1” desde ahora sólo será propiedad del extinto portero colombiano, pues la directiva del Pachuca decidió retirarlo como homenaje a su otrora capitán.

“El número se retira de por vida en esta institución, nunca habrá un tuzo con el uno en la espalda”, explicó Jesús Martínez , presidente de la escuadra hidalguense.

Conmovido, con la voz cortada y unos lentes obscuros que escondían sus ojos, el mandamás pachuqueño afirmó que todavía habrá más homenajes para Calero, quien perdió la vida, luego de sufrir dos trombosis.

De inicio, Martínez Patiño mandó a un arquitecto a crear unos nichos en la Universidad del Futbol para que el primer ocupante sea el colombiano.

“Se comenzará a construir su nicho en la capilla de la UniFut, vamos a hacer 49 nichos, el primero va a ser para Miguel”, aseguró.

Un futbolista como Miguel Calero, que ganó 10 títulos con el Pachuca en más de una década, podría ser acreedor a que el estadio Hidalgo llevara su nombre en el futuro.

Pero Jesús Martínez, aunque tuviera esa intención, lo ve complicado, ya que el inmueble no pertenece directamente al club y agrega que él solo puede tomar determinaciones que incidan directamente a lo que incumbe al consorcio que preside.

“Está difícil [modificar el nombre del coso] por la situación de que el estadio es del gobierno [de Hidalgo]. Yo decido lo que queda de mi parte como presidente del grupo”, expuso el jerarca tuzo.

Y en el compendio de esas decisiones estaría la posibilidad hacerle una estatua al ex portero que sería parte de la Universidad del Futbol o de la explanada del Hidalgo. Para lograr una efigie se haría una colecta de llaves entre los aficionados tuzos.

Además a una academia de guardametas del Pachuca se le daría el nombre de Miguel Calero, como homenaje a la leyenda que gestó el también meta de la selección de Colombia

“Haremos la gran estatua y [queremos retomar] muchas cosas que él quería hacer, la escuela de porteros, también él quería hacer mucho servicio social”, reveló.

Al hacer una remembranza, Martínez afirmó que Calero tenía la intención de ayudar a colocar a la escuadra de sus amores en los primeros planos del futbol mexicano, como en su época de jugador en activo.

“Tenía muchas ilusiones, iba a ser auxiliar de Gabriel Caballero, estaba ansioso, estaba listo, me decía: ‘Presidente, ya quiero que empiece la pretemporada, vas a ver que nos va a ir bien, vamos a armar bien al equipo’, siempre era positivo, siempre apoyó al equipo, siempre”, recordó.

La importancia del fallecido portero no sólo se quedó en el interior del Club Pachuca, sino que trascendió a más niveles hasta permear hasta la sociedad, la cual se dio cita ayer en el estadio Hidalgo para darle el último adiós con porras y cánticos en una misa de cuerpo presente.

Esa razón lleva al gobierno del estado, encabezado por José Francisco Olvera Ruiz, a analizar la posibilidad de rebautizar una calle con el nombre del mítico ex capitán blanquiazul.

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