La tarde se pinta de amarillo... amarillo intenso, frenético, letal, que no perdona y mucho menos a su acérrimo rival. Son unas Águilas históricas, cuyo vuelo depreda a unas Chivas decididas, revolucionadas... pero no basta, este América, que gana y gana, está más que calificado a la Liguilla. ¿Y el Rebaño?... Derrotado, eliminado e involucrado en el descenso.

Mejor, imposible para el campeón, que arrasa en el Clásico, delante de una multitud de 100 mil gargantas, capaz de ensordecer y vestir de azulcrema las tribunas del Estadio Azteca.

En la fecha cabalística, la 13, el Torneo de Apertura 2013 sólo tiene un equipo. La pregunta es ¿quién para al americanismo? Hoy no parece haber un valiente que los desafíe, mucho menos el debilitado Guadalajara, con todo y que dio dado batalla.

El pletórico escenario participa en el pronto contagio de intensidad y pasión entre los 22 actores. Así, pese a las marcadas diferencias futbolísticas, cada equipo con sus recursos, se enfrasca en una batalla que descubre contados destellos de talento, sí, pero también un equilibrio inusitado.

Pero tras un primer tiempo intenso y muy cerrado, la fortaleza del superlíder campeón estalla contra el frágil contendiente rojiblanco. Al minuto 69, Sambueza se luce al desbordar por izquierda y de frente llega letal Raúl Jiménez, para estallar con un frentazo las redes rojiblancas. Y un par de minutos después, ya con los espacios perfectamente concedidos por el rival, Luis Gabriel Rey perfora la meta, entre toques y boquetes en el área de las Chivas.

Por si fuera poco, Moisés Muñoz evita el de la honra, con dos espectaculares desviadas, la última tras un bombazo al travesaño de Carlos Cisneros, para conseguir su primera victoria en el Azteca contra las Chivas y acumular tres partidos, contra ellos, sin gol. Además, entre todos los cremas, acumulan nueve éxitos en fila en casa. Récords y marcas que se rompen, porque el imponente campeón hoy viste de amarillo.

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