TEPIC.— En cada lugar del mundo, siempre hay un mexicano, y por raro que parezca, jugando basquetbol profesional, hasta en Filipinas. A unos 13 mil 612 kilómetros del centro de nuestro país, un connacional clavó la bandera para señalar tierra conquistada. Ese mexicano es Adam Parada, el centro de la Selección, quien en 2008 y 2012 emigró a la nación asiática para exportar sus condiciones atléticas.

Parada, quien mide 2.13 metros, jugó en Filipinas, donde el basquetbol es casi como una religión, ya que es la segunda Liga más vieja del mundo (1975), sólo por detrás de la NBA. Sus reglas son híbridas entre las de FIBA y las de NBA.

Tal es su popularidad, que todos los partidos son transmitidos por televisión abierta, además de que los dueños son compañías de alto poder económico o trasnacionales como Red Bull, Coca Cola, Kia, que dan nombre a los equipos, junto con el producto del momento, para así ser bautizados como los Red Bull Barako o Alaska Aces, conjuntos que el mexicano defendió en 2008 y 2012, respectivamente.

“En Filipinas es similar y diferente al basquetbol en México, allá tienen sólo un extranjero por equipo. Se juega con reglas de la NBA, menos el reloj de defensa en la pintura. Tienes 48 minutos y seis fouls. Allá se trata de tener siempre la bola”, comentó Parada en entrevista para EL UNIVERSAL.

“Allá eres famoso a partir del segundo o tercer juegos, porque pasan todos los partidos en televisión. Te voltean a ver y te tratan como una estrella”, refirió Parada.

Orgulloso de ser embajador del basquetbol, Parada señala que además de representar a México, también él se representa.

“Soy el primer mexicano que esta gente ve, así que siento que estoy representando a México y al basquetbol mexicano. Pero también siento que tengo que representarme a mí mismo y tengo que hacer cosas positivas”, expuso Parada, quien contrajo nupcias con una filipina.

Ser parte de la Liga filipina da prestigio, no sólo a los jugadores sino a toda persona que esté en ese entorno. De esta manera se entiende cómo el multicampeón de boxeo, Manny Pacquiao, tuvo acercamientos para comprar una escuadra y ser entrenador.

“La Liga da mucho prestigio. La gente se quiere acercar a ser parte de algo tan grande en Filipinas como el basquetbol. Pacquiao es un gran fanático y por años ha estado interesado en comprar un equipo”, comentó Parada.

Aunque le gustó la experiencia asiática, Parada aún ve muchas limitantes en aquel basquetbol. Que sólo sean 10 equipos y que todos jueguen en la misma ciudad, además de la exclusividad de un solo extranjero ha sido el freno para que el torneo crezca en nivel.

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