Especial para EL UNIVERSAL

Después de un largo periodo de experimentos, en donde Francia jugó con línea de 4-2-3-1, 4-1-4-1 y 4-4-2, Didier Deschamps resolvió finalmente en un sistema 4-3-3 que, a sus ojos, es el que mejor que se adapta a las características de su equipo.

El 4-3-3 parece maximizar el potencial de los jugadores que ha seleccionado, debido a que lo ha hecho para tener a los mejores en el trabajo y no a los mejores en su posición.

Esto se traduce en el terreno de juego a cuatro defensas con mucha marca, un medio campo lleno de multifuncionalidad y un tridente al ataque que técnicamente está por arriba de la media del Mundial.

Delante del portero y capitán Hugo Lloris, estarán los laterales Mathieu Debuchy y Patrice Evra, éste con mucha ida al ataque, quien contará con el apoyo de Franck Ribéry y, probablemente, Mathieu Valbuena como volantes por los costados.

En la defensa central estará Raphaël Varane con Laurent Koscielny o Mamadou Sakho.

No hay argumento razonable para que el medio campo no tenga a Yohan Cabaye, Paul Pogba y Blaise Matuidi. Este trío será uno de los principales activos de Francia. Son la dinamita que Deschamps necesita para su sistema.

Google News