Quito.— El presidente de la Federación Ecuatoriana de Futbol, Luis Chiriboga, se presentó ayer ante la unidad de flagrancia, horas después de que la Fiscalía abriera una indagación dentro de la investigación sobre las implicaciones del organismo en la corrupción en la FIFA.

Chiriboga arribó hasta el edificio público en la capital ecuatoriana e indicó que llegaba “voluntariamente y a colaborar con la justicia”.

Poco antes, el fiscal general, Galo Chiriboga, indicó que el Ministerio Público consiguió autorización judicial para la retención de fondos de las cuentas de tres personas dentro de la investigación, una de ellas, el presidente de la FEF.

La fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, anunció nuevas acusaciones de corrupción a 16 altos cargos y ex directivos de la FIFA, máximo órgano de dirección del fútbol mundial, entre los que figura el presidente de la FEF, Luis Chiriboga, quien declaró que no piensa renunciar a su cargo y que colaborará con la justicia.

Napout y Hawit, suspendidos. Mientras tanto, en Zurich, la FIFA suspendió provisionalmente por 90 días a los presidentes de la Conmebol, Juan Ángel Napout, y de la Concacaf, Alfredo Hawit, tras su arresto en dicha ciudad en conexión con una investigación de corrupción en el futbol, que produjo una nueva detención, la del guatemalteco Héctor Trujillo, mientras pasaba una vacación con su familia en Orlando.

El comité de ética de la FIFA dijo que la suspensión de Napout y Hawit era en respuesta a su arresto del jueves acusados por fiscales de Estados Unidos de asociación para delinquir, conspiración y corrupción.

Ambos fueron apresados en un hotel de Zurich. Veinticuatro horas después, las autoridades estadounidenses detuvieron al guatemalteco Trujillo mientras realizaba un crucero con su familia.

Asimismo, la Concacaf aplicó una suspensión provisional contra Hawit, además de Brayan Jiménez, Héctor Trujillo, Rafael Callejas, Rafael Salguero y Reynaldo Vásquez.

Vacío de poder. En Asunción, autoridades de la Conmebol se reunirán la próxima semana para resolver el vacío de poder producido por la detención de su presidente y las acusaciones de corrupción contra sus principales directivos, dijo el titular interino del organismo que regula el futbol sudamericano.

El uruguayo Wilmar Valdez asumió la conducción tras el arresto de Napout, quien fue incluido en la investigación del Departamento de Justicia estadounidense y deberá responder por su implicación en un esquema millonario de sobornos.

En Buenos Aires, la justicia argentina recibió los pedidos de extradición librados por Estados Unidos contra los secretarios generales de Conmebol, José Luis Meiszner y Eduardo Deluca. En paralelo, se anuló la votación en torno al nuevo líder del futbol argentino, de la que son candidatos Marcelo Tinelli y Luis Segura. Para colmo, hinchas del club argentino Quilmes pidieron expulsar al ex presidente de la institución y ex secretario de Conmebol, José Luis Meiszner, además de cambiarle el nombre al estadio “Centenario José Luis Meiszner”.

Los llaman a cuentas. En Ginebra, Joseph Blatter y Michel Platini, que enfrentan a sanciones vitalicias por corrupción, comparecerán ante el comité de ética de la FIFA en las próximas dos semanas. Las vistas podrían celebrarse en torno al 16 y 18 de diciembre en Zurich. Blatter insiste en dirigir el congreso electoral de febrero, donde se elegirá a su sucesor. “Mi deseo sería estar en el congreso extraordinario del 26 de febrero que yo mismo convoqué. Y estar en una posición de liderazgo”, dijo en entrevista.

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