Porta en la espalda ese 27 que se vuelve mítico, y con gran responsabilidad, si se trata de la elástica azul. Desde el semestre anterior, Jorge Benítez se consolidó como el hombre gol de los Cementeros, rol que promete mantener —o hasta perfeccionar— durante el Apertura 2016, sobre todo después de que la cúpula del club ha adquirido sus derechos federativos.

Eso explica la sonrisa esbozada por el “Conejo”, quien suele ser tan tímido frente a una cámara o microfóno como letal en el área rival.

Le halaga que los altos mandos de La Máquina hayan pagado al Olympiacos de Grecia, según cifras extraoficiales, casi 4 millones de dólares para quedarse con él. Ha firmado un contrato por tres años y el depredador paraguayo espera retribuir a esa confianza como mejor lo sabe hacer: con anotaciones.

“Uno lo que siempre busca es que una institución esté pensando en él. [Estoy] agradecido y contento por el esfuerzo que [la directiva] hizo”, comparte el seleccionado guaraní. “Lo que hicieron por mí, ahora debo realizarlo para pagarles todo lo que están haciendo”.

Los 12 tantos que marcó durante el semestre anterior (nueve en Liga y tres en Copa) le convirtieron en inamovible para Tomás Boy, quien padeció cuando su referente en el ataque sufrió una lesión en los isquiotibiales de la pierna izquierda.

Sin Benítez en el campo, La Máquina perdió ‘punch’ y se quedó fuera de la Liguilla por cuarto torneo consecutivo, lo que reafirmó que es una pieza clave.

Le da gusto comprobarlo e insiste en que mejorará sus números en el campeonato liguero y en la Copa, a la que la directiva ha solicitado otorgarle la mayor seriedad posible.

“Cada jugador debe mejorar con el pasar de las temporadas”, sentencia serio. “Uno debe enfocarse en eso y yo lo hago”.

Así es que no pone pretextos. No gozó del periodo vacacional que deseaba, porque participó con el combinado paraguayo en la Copa América Centenario (fue titular contra Costa Rica e ingresó ante Colombia y Estados Unidos), pero afirma estar en buen estado físico y futbolístico de cara al inicio del Apertura 2016, en el que el Cruz Azul debutará como visitante, contra el Necaxa.

“[Me encuentro] bien. Durante esas pocas vacaciones que tuve también conté con la oportunidad de entrenar y uno como profesional, no debe perder eso”, recuerda el delantero. “Gracias a Dios, pude hacerlo, y ahora que ya estoy de vuelta me siento preparado”.

Al igual que sus compañeros, a quienes diagnostica listos para un torneo en el que deben comenzar a saldar la enorme deuda que tienen con su pueblo.

Al “Conejo” aún le duele no estar invitado a la más reciente “Fiesta Grande” del balompié nacional, pese a que los Cementeros ocuparon uno de los primeros ocho sitios de la clasificación en buena parte del torneo anterior.

“Por todo lo que ha pasado hasta ahora, [el nuevo campeonato] es una revancha para nosotros”, reconoce. “Ya estamos a las puertas de comenzar y esa revancha va a estar muy linda”.

Lo único que falta es la incorporación al grupo de los refuerzos Enzo Roco (defensa central), Francisco Silva (volante de contención) y Jonathan Cristaldo (atacante). Sucederá hasta que el resto del plantel vuelva de Estados Unidos, donde realiza pretemporada. Mañana enfrenta al Santos Laguna, en Dallas, Texas, por el título del cuadrangular Tour Socio MX.

Roco y el “Gato” Silva fueron monarcas continentales con la selección chilena, lo que aumenta la ilusión de Benítez.

“Para que uno sea campeón es porque tiene condiciones y, si está en una institución grande, es por algo”, considera. “Estar en un equipo tan grande es lo que importa y debemos enfocarnos en eso”.

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