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Especial para EL UNIVERSAL
Italia, más que un conjunto de individualidades es un equipo basado en lo colectivo. Es la estrategia que Cesare Prandelli usó en la Euro en Polonia y Ucrania hace cuatro años y que repetirá en Brasil con el slogan: “No somos los más fuertes, pero podemos vencer a los más fuertes”. ¿Cómo? Transformando a la selección en un club.
No habrá sólo una Italia, pues la Azzurri puede modificar su táctica durante los partidos. El sistema será 4-3-1-2, efectivo en la Euro, con un medio pivote, aunque los jugadores cambian de posición con para ser impredecibles.
A la hora del ataque todo se resuelve alrededor de Mario Balotelli, la primera, pero no la única opción. También existe la posibilidad de cambiar a un 4-3-3 y usar un falso 9, con Antonio Cassano jugando en la misma posición en la que habitualmente lo hace con el Parma.
También está la opción de un 3-5-2, que el director técnico usó con éxito en Polonia en el primer partido ante España, y el año pasado ante Brasil en la Copa Confederaciones.
El ‘catenaccio’ ya es cosa del pasado. Prandelli quiere un equipo ofensivo y que tenga control del partido. Quien juegue ante la Azzurri va a tener que estudiarla, porque no será fácil de predecir ni de entender.