Superar nuevamente a los Pumas en Ciudad Universitaria otorgó mucho más al Cruz Azul que tres puntos y el control de su destino: la certeza de que será un equipo que atrapará reflectores en la Liguilla.

Christian Giménez es quien lo advierte. El actual símbolo celeste confiesa el nerviosismo experimentado durante el sábado, cuando observó por el televisor los encuentros que incidían en el futuro del equipo dirigido por Luis Fernando Tena. Todos los resultados que necesitaba llegaron.

Eso explica el valor dado al nuevo éxito sobre los universitarios. La Máquina está en el umbral de la ‘Fiesta Grande’ del balompié nacional... Y promete dar de que hablar.

“La presión la vamos a tener. Obviamente, Cruz Azul siempre pelea los torneos para ser campeón, pero hoy dependemos de nosotros”, recuerda el ‘Chaco’. “El sábado también, pero de otros resultados que sí se dieron”.

“Todo está tan parejo... Pero dimos un golpe de autoridad que nos pone muy contentos y así, de esa manera, con el compromiso, es la historia del Cruz Azul y la vamos a afrontar, a sacar el pecho para ser protagonistas en la última fecha y la Liguilla”.

Si el sábado vencen a la Universidad de Guadalajara, clasificarán automáticamente. Empatar o perder los dejará a merced de clubes como el Toluca, el Monterrey, el Querétaro y hasta el Santos Laguna, pero ninguno de esos dos resultados son opciones para ellos.

Después de angustiarse por las inesperadas caídas con el Morelia y los Jaguares de Chiapas, los Cementeros agradecen la nueva oportunidad que les brindó el destino.

“Ahora estamos dentro y dependemos de nosotros mismos”, presume el argentino, naturalizado mexicano. “Tenemos confianza para todo lo que viene. Somos el Cruz Azul y queremos ser protagonistas”.

Como lo fueron sobre el lienzo verde del Olímpico Universitario.

Más allá de que los felinos son sus ‘clientes consentidos’, Giménez no olvida cómo se enrareció el entorno del club tras salirse de los puestos que otorgan boletos a la fase final.

“Teníamos que dar un golpe de autoridad por tantas críticas, cosas que han pasado a lo largo de esas dos semanas en las que no pudimos ganar”, insiste, con seriedad. “Quedó demostrado que tenemos un compromiso enorme con la institución, nuestra gente, nosotros mismos y sacamos todo lo que debíamos hacer. El grupo estuvo muy unido”.

“Pasamos una semana de angustia, nervios, porque se definían bastantes cosas y necesitábamos ganar”.

Hacerlo les dio el combustible que tanto requerían.

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