El 6 de febrero de 1961, una tarde después de noquear a Edwin Sykes, Ultiminio Ramos voló de Panamá a Ciudad de México para continuar con su prometedora carrera dentro de los encordados.

El triunfo de la revolución cubana prohibió el deporte profesional en la isla. Varios peleadores decidieron emigrar.

Lázaro, padre de Ultiminio, cambió los billetes de avión que tenían para regresar a Cuba y se trasladaron a México.

Desde ese día comenzó el romance de Ultiminio con nuestro país, que culminó ayer con la muerte del boxeador cubano más mexicano de la historia.

Ramos falleció a los 75 años de edad, luego de padecer cáncer por varios años que lo mantuvieron hospitalizado en varias ocasiones.

El cuerpo del ex pugilista fue trasladado anoche a una velatorio de la colonia Juárez donde se realizaron los servicios funerarios.

Ultiminio debe su nombre a que sus padres planearon que fuera el último hijo. Sin embargo el peleador tuvo otros dos hermanos.

Conocido como Sugar por ser originario de Matanzas —puerto donde se exporta azúcar— Ramos subió por primera ocasión a un cuadrilátero a los 14 años de edad. Como amateur realizó más de 100 combates en su país.

El debut profesional de Ultiminio sucedió el 5 de octubre de 1957 cuando noqueó en dos rounds a René Arce.

En sus primeras 10 peleas Sugar derrotó a nueve oponentes por la vía del cloroformo, lo que impulsó su fama en La Habana.

El 8 de noviembre de 1958, casi un año después de su debut en los ensogado de paga, el deporte cimbró la vida de Ultiminio. Sugar conectó un cruzado que se estrelló en la mandíbula de José Blanco, quien cayó a la lona para morir dos días después, víctima de la golpiza que recibió en el ring.

En ese momento Ultiminio pensó en el retiro. La madre de José Blanco lo visitó una semana después y le pidió que no abandonara el boxeo.

En 1960, Ramos conquistó el título pluma de Cuba al vencer a Orlando Castillo.

La presentación de Sugar en nuestro país, se realizó en 1961 contra Juan Pastelero Ramírez, campeón nacional pluma. En un principio Ramos fue descalificado en el décimo episodio, pero un día después la Comisión de Boxeo del Distrito Federal, revocó el fallo y le otorgó la victoria al cubano.

Ultiminio consiguió su primera oportunidad titular en 1963 ante Davey Moore en el Dodger Stadium de Los Ángeles. Ganó los cetros de la Asociación Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo al derrotar en 10 episodios al estadounidense.

La muerte llamó dos veces a Ultiminio. El martes posterior a la pelea, Moore falleció a causa de las heridas que le produjo los puños del pugilista caribeño.

Ramos defendió con éxito los títulos ante Rafiu King, Mitsunori Seki y Floyd Robertson antes de caer ante el mexicano Vicente Saldívar en 1964.

Sugar se despidió del boxeo el 21 de marzo de 1963. Escogió México como su hogar.

Ultiminio Ramos forma parte del Salón de la Fama del Boxeo Internacional con un récord de 55 victorias, 7 derrotas y 4 empates.

La música fue otra de las pasiones del cubano. Tras su retiro, Ramos formó varias agrupaciones con las que se presentó en México y otros países.

La semana pasada, Ultiminio se fracturó la cadera y no pudo ser operado por sus múltiples problemas de salud.

Durante el resto de su vida, Ultiminio Ramos se mantuvo muy cerca del boxeo. Constantemente acudía a las reuniones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Sugar siempre se definió como “una persona muy afortunada en la vida”.

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