Salt Lake.— Juró que no lo volvería a hacer, pero “cae más pronto un hablador que un cojo”, admite Ricardo Ferretti, quien hoy volverá a experimentar la sensación de dirigir a la Selección Mexicana y con bigotes de “mole”.

La primera fue hace 22 años y también fue como interino. En aquel juego, celebrado en el estadio Nacional de San José, Costa Rica, conocido como La Sabana, el Tri B venció 2-0 al representativo local. Ese Tricolor se preparaba para la Copa de Oro, a celebrarse en nuestro país, mientras el A —al mando de Miguel Mejía Barón— competía en la Copa América.

Hoy, Ferretti estará en el banquillo de la Selección A. El primer juego de esta mini era de cuatro amistosos. Trinidad y Tobago será el rival de esta noche, en el estadio Río Tinto, en Sandy, Utah.

Mas hay algo que no le gusta a Ferretti: los trámites administrativos que impidieron la llegada de Jesús Manuel Corona, así como la tardanza de Javier Hernández y Miguel Layún. Algo que “no puede volver a pasar”.

El técnico, claro y tranquilo frente a los reflectores, comparte su inconformidad: “Lo de ‘Tecatito’ es un detalle que no debe suceder en el futuro, porque para estos dos juegos no pasó nada, pero el que sigue después de Argentina [Estados Unidos por el pase a la Copa Confederaciones] no debe faltar nadie que esté en la convocatoria”.

Aunque el ‘Tuca’ no le dé “la menor importancia”, estos detalles han quitado tiempo a la preparación del equipo. ¿Con esto alcanzará para vencer a los estadounidenses? “Espero que sí. Pero que esta situación, de que no puedan venir los jugadores, no suceda a futuro. Hay que ajustar ciertas cosas, y también lo de ‘Chicharito’ y Layún, espero que en un futuro no suceda. Se tiene que trabajar completo”, exige el estratega de origen brasileño.

Niega que puedan haber sanciones. “¿Por qué? No es indisciplina, es situación administrativa. El ‘Chícharo’ tenía permiso de mi parte [para llegar el jueves]. El problema fue el cambio de equipo de todos, pienso”.

También descarta que las exclusiones de los hermanos Dos Santos, Giovani y Jonathan, además de Guillermo Ochoa, hayan sido por sus tuits de apoyo a Miguel Herrera. “A ver —contesta Ferretti, mientras se acomoda los lentes y se peina el mostacho—, no fue cuestión de disciplina. Tengo derecho de elegir a un grupo de jugadores y ustedes tienen derecho de polemizar. Ya lo dije: muchos dirán que tenía que estar este o aquel, pero eso sí, no hay ningún motivo de indisciplina. A futuro, a lo mejor cambio la lista…”.

El objetivo del interinato es calificar a la Confederaciones. Para eso tendrá un mes, porque el 10 de octubre enfrentará a Estados Unidos, en el Rose Bowl de Pasadena. “Para ese juego tendremos una semana completa de trabajo [la cual se trabajará en el DF]. Ahí debemos hacerlo muy fuerte, sin que nadie falte ni llegue tarde”, advierte.

—Y si todo sale bien… ¿Serán más de cuatro juegos?

“No. Sólo cuatro. Es definitivo”.

Trinidad y Tobago bien podría ser catalogado por el ‘Tuca’ como rival “molero”, pero no, precisa el hombre que resolverá la fecha FIFA con 21 jugadores, debido a las bajas de ‘Tecatito’ Corona y Francisco Javier Rodríguez, por lesión. “Todos van a actuar. No es lo mismo ver a los jugadores por la tele que sentirlos... Todos van actuar contra Trinidad y otros lo harán contra Argentina. Es lo justo”, sentencia Ferretti, quien hoy vuelve al timón del Tri, como hace 22 años, en otro amistoso con características “moleras”, como él mismo los bautizó.

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