Este verano, Colombia está mostrando una nueva cara más agresiva.

José Pekerman, nombrado entrenador de Colombia a principios de 2012, comenzó la transformación con un sistema 4-2-2-2 que explota a los arietes Teófilo Gutiérrez, Jackson Martínez, Carlos Bacca y Adrián Ramos.

La idea de Pekerman al ataque es simple. Hay un 9, que sería Jackson Martínez, si está sano, un segundo delantero (Gutiérrez), quien es encargado de generar espacios. Además hay dos volantes por los costados, que son James Rodríguez, del Mónaco, y Juan Cuadrado.

Por si eso fuera poco, los dos laterales, Camilo Zúñiga y Pablo Armero, tienen libertad para ir al frente.

Para defenderse, Colombia usa un par de recuperadores y atrás, la línea de cuatro, muchas veces es apoyada por un quinto elemento, un rol que usualmente cumple Edwin Valencia, del Fluminense.

El otro recuperador, quien además apoya en la salida, es normalmente Aldo Ramírez o, en ocasiones, Abel Aguilar.

Los cuatro zagueros han sido el dolor de cabeza de Colombia en las eliminatorias, dejando mucha responsabilidad para el portero David Ospina, quien ha sido una de las estrellas más importantes del país e inamovible bajo los tres palos cafetaleros.

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