SANTOS, Brasil.— En el Centro de Entrenamiento Rey Pelé del Santos Futbol Club, todo está listo. Y en la ciudad se han hecho ya las adecuaciones necesarias en logística para recibir al seleccionado nacional. Aquí se vive un ambiente de expectación por la llegada de los mexicanos, aquellos que en el Mundial del 70 se volcaron en apoyo total a la verdeamarelha para que ganara el campeonato.
Cuando uno está en Santos y dice que es mexicano, de inmediato la referencia es Pelé y su amor por México. Aquí, en todos lados, el astro Rey está presente. En pensamiento, en figuras de cartón con su imagen afuera de restaurantes, farmacias y museos. Y México también está presente con fotografías de aficionados mexicanos con sombreros de charro con banderas de Brasil en el Estadio Azteca.
El hotel Parque Balneario de esta ciudad se encuentra listo. Es el más lujoso y con más antigüedad en la ciudad, nada menos que con 100 años de historia. Estará reservado sólo para el Tricolor, los directivos y sus acompañantes. Miguel Herrera y Ricardo Peláez se mostraron muy satisfechos con la elección de la sede en su pasada visita a esta ciudad, a mediados de febrero.
“Estamos haciendo todo lo necesario para que la Selección de México tenga todas las comodidades en la ciudad. Vamos a revisar toda la logística de su estancia y su transportación en la ciudad. El amor que los brasileños tenemos por México es mucho y queremos devolver lo que hicieron por nosotros en el Mundial del 70”, asegura Luis Guimarães, secretario de Turismo de éste, el mayor puerto de América Latina.
La Selección Mexicana estará concentrada en esta ciudad desde el próximo 7 de junio, y durante lo que dure su participación en la Copa del Mundo, esta será su base de entrenamiento. Pese a lo alejado de la ciudad con las sedes del nordeste, donde el Tri jugará los partidos de la primera ronda, el Centro de Entrenamiento es uno de los más completos de Brasil, por lo que incluso hay ofertas de otras selecciones para quedarse con la sede, pero en este tama, los mexicanos no piensan ceder.
