En 2001, cuando Carlos Correa se aproximaba a estudiar el segundo grado de primaria, pidió a sus padres que lo cambiaran de escuela para recibir educación bilingüe que lo dotara de más herramientas para cumplir su sueño de jugar en Grandes Ligas.

Aunque la petición fue más allá de la compra de un bat o manopla que normalmente hacía Carlos, sus padres decidieron apoyarlo y tomaron la responsabilidad de pagar un colegio privado. Hasta ese momento, el negocio de la construcción daba buenos dividendos a Carlos, su papá y quien era el encargado de proveer, junto con su esposa Sandybell Oppenheimer.

Mes a mes las cuentas y recibos de pago iban saliendo para la familia Correa Oppenheimer, hasta que en 2012, durante la temporada de huracanes en Puerto Rico, Carlos padre tomó una decisión que pegó en su orgullo, pero que resultó en una apuesta a favor.

“Carlos cursaba el tercer grado, él ya nos había hecho cambiarlo a un colegio para que pudiera dominar el idioma, que ahora habla casi todo el tiempo. Pero, hubo un año que la lluvia había hecho que las construcciones se detuvieran. Yo no estaba trabajando y no me gusta deberle dinero a nadie. Tenía una guagua [camioneta], que ocupaba para el trabajo en la cual llevaba la carretilla y demás implementos y me tuve que deshacer de ella para pagar el mes de colegiatura y el siguiente, por si la situación de la lluvia seguía”, relató el padre para EL UNIVERSAL.

La venta de la pick up ayudó a solventar los gastos de la escuela de Carlos, quien a los 17 años de edad se convirtió en la selección global número uno del Draft de Grandes Ligas, al ser tomado por los Astros de Houston.

Correa recibió un bono de 4.9 millones de dólares por firmar con la organización texana. Lo primero que hizo con el dinero, fue comprar una camioneta para papá.

“Fue lo primero que compró. Llegó y me dijo esta camioneta es para ti y para la familia. Sé el sacrificio que han hecho por que yo juegue en Grandes Ligas”, relató don Carlos al término del Juego 7 de la Serie Mundial.

El short stop de los Astros aprovechó su momento. Cuando estaba en entrevistas tomó la mano de su novia, Daniella Rodríguez, y le pidió matrimonio en una escena que como avalancha colapsó las redes sociales.

Daniella representó a Texas en Miss USA 2016, aunque tiene sangre mexicana. Nació en Laredo y siempre ha estado compenetrada con la cultura de nuestro país. Si hay algo que Daniella deberá aprender a cocinar para consentir a Carlos, es el arroz con habichuelas (frijoles), platillo preferido de la estrella del equipo de Houston.

“Siempre me pide que le cocine el arroz con habichuelas. Lo tenemos súper consentido desde que nos vinimos a vivir con él.

“Feliz por lo que está viviendo mi hijo. Estamos celebrando un título de Serie Mundial y al mismo tiempo su compromiso con su novia Daniella”, comentó Sandybell, madre de Carlos.

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