Guadalupe Vite, voz oficial de NASCAR habla sobre el serial, cuya novena fecha se llevará a cabo hoy en el Autódromo del Ecocentro Expositor, poco antes del mediodía, con la categoría Stock V6.

Con toda una vida dentro del deporte motor, Lupillo, como se le conoce, dice que a muchos pilotos los conoce desde niños, y cuando alguno de ellos tiene un percance dentro de la pista lo sufre de manera singular.

Explica que, por ejemplo, un código de los pilotos tras sufrir un percance, es bajar la malla que llevan en la ventanilla izquierda como señal de que están conscientes y en buen estado. “De todos modos llega el paramédico y te pregunta: ¿Cómo te llamas?, ¿en dónde estamos?, para ver qué grado de ‘locurita’ traes, porque te responden cosas raras. Otros te responden bien”, narra.

A veces se piensa que por ser pilotos de carreras no tienen desgaste físico o no se pueden llamar deportistas, a lo que Lupillo responde que al contrario, tienen que llevar una disciplina rigurosa en cuanto a alimentación y rutinas de ejercicio.

Explica que los pilotos llevan un soporte a la altura de la cabeza para ayudarlos en las vueltas y que no terminen cansados del cuello, y que le sirve para recargar la cabeza.

“Sí se requiere mucha habilidad y se cansan mucho de los brazos, hay pilotos que llegan a desmayarse, por el esfuerzo”.

Como una coreografía

Lupillo también precisa que los mecánicos, o ingenieros como también les llaman los pilotos, llevan una preparación especial y cada uno sabe bien cuál es función cuando el auto entra a pits a cambiar llantas y repostar combustible.

“Hay un cuate que es el mejor para la pistola, otro que fue el mejor para el gato, y así se apodan, El gato, El pistola, El llanta, pero se especializan, y los equipos, aunque tengan mucho dinero, al auto sólo lo pueden tocar tres personas”, narra.

Esas tres personas son de las valiosas para los equipos, pues son quienes más conocen el auto.

A diferencia de otros seriales, donde el uso de la tecnología ha aumentado exponencialmente, en la NASCAR es manejo puro. Los autos son iguales, ya que deben de cumplir con las especificaciones impuestas por las autoridades del serial.

“Aquí se parte de que los motores tienen el mismo caballaje, peso del auto, llantas, frenos, todo es igual, pues la idea es que gane el que mejor maneje, aunque también el factor suerte existe”, asevera.

“En NASCAR los preparadores (de los autos) ganan mucha lana, porque de la preparación de carro depende el éxito del piloto, y hay pilotos que saben mucho de mecánica que cuando el piloto llega a pits, le dicen al ingeniero qué hacer”.

Un modo de vida

La NASCAR, como actividad deportiva, ya se ha vuelto un estilo de vida para los pilotos, quienes ya se pueden dedicar de lleno al deporte motor, aunque también muchos no tienen los recursos necesarios para mantener al auto en las carreras.

Una actividad de riesgo, donde un error puede costar la vida, pero también se puede alcanzar la gloria.

Un gran circo, donde el olor a combustible y a hule quemado recorre las diferentes ciudades del país, inyectando adrenalina a donde llega.

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