Australia se encuentra en un periodo de transición, con un entrenador nuevo y muchos de los jugadores pertenecientes a la llamada “generación dorada” retirados o fuera de la lista mundialista. El nuevo estratega Ange Postecoglou ha implantado su propio toque y estilo de juego.

Pese a su corta dirección —con sólo dos juegos dirigidos al frente de Australia— su principal cambio ha sido la incorporación de sangre nueva a un equipo que se encontraba desgastado con el técnico anterior Holger Osieck.

Postecoglou, como lo hiciera Osieck antes, ha implantado el esquema 4-2-3-1 para tener una base más sólida en su equipo, pero con un estilo y selección de jugadores propios.

Con Tim Cahill y Josh Kennedy aún como las opciones en la delantera, Postecoglou ha colocado a tres atacantes por detrás del punta, con énfasis en jugadores rápidos para aprovechar los espacios creados en la defensiva.

Así también ha dejado ver su decanto por el jugador Tom Rogic, un 10 natural, como su opción para el juego creativo. Para apoyarlo, estará cobijado por dos volantes parciales que sirvan de conexión con el que juegue de 9.

Ante la lesión de Robbie Kruse, el sector derecho estaría cubierto por Mathew Leckie o Ben Halloran.

Google News