Sergio García alzó los brazos y gritó eufórico ante los tres puntos obtenidos en La Corregidora. Festejó con la Resistencia Albiazul, pues el triunfo les daba oxígeno puro para seguir de pie en la lucha por el no descenso.

Los Gallos Blancos no querían darse por muertos y salieron con los espolones afilados, para sorprender a La Pandilla en casa.

Diego de la Torre dio un pase largo, mismo que techó a Hiram Mier, y que Wilberto Cosme aprovechó para tocar suave y encajar el balón en la meta norteña [3’]. El gol significaba el primer tanto en el torneo del colombiano.

El tanto tempranero era el escenario perfecto para Ambriz y sus pupilos. Los queretanos mantuvieron el orden en la zona defensiva y Rayados comenzó una serie de balonazos para llegar al área rival, pero todos fueron en vano.

Cerca de la mitad del primer tiempo, Aldo de Nigris aprovechó un hueco y se metió hasta el área chica, Matute García salió a tapar, pero Aldo tocó para Chupete Suazo quien disparó, pero la esférica fue al poste. Se salvaban los locales del empate.

Lo mostrado por Monterrey en la cancha era lo que venía haciendo en el campeonato. Un equipo que no encontraba la brújula para guiarse y conseguir buenos resultados. Si bien, la jornada pasada vencieron a Puebla en casa [3-0], ahora volvían a exponer lo hecho jornadas anteriores.

Para la parte complementaria los plumíferos salieron a esperar a Rayados, pues con el marcador a su favor era el equipo comandado por Víctor Manuel Vucetich el obligado.

Monterrey fue amo y señor del segundo tiempo, y el hecho de que los queretanos esperaran a La Pandilla, podría salir muy caro.

Los minutos pasaban y el nerviosismo crecía en el terreno de juego. Por un lado, Gallos seguía jugando en su propio campo y reventaban cuanto balón llegaba a sus pies. Y por otro, Monterrey por más que intentaba no lograban generar opciones al frente.

El partido se tornó de ida y vuelta. Jorge Echavarría, de Gallos, filtró para Cosme quien ante la salida de Orozco, tocó para Diego de la Torre, pero la pelota le quedó muy larga y aunque barrió no logró conseguir el tanto.

Rayados contestó inmediatamente mediante un cabezazo de Aldo de Nigris, pero para fortuna de los locales el balón fue directo a las manos de García Nario. Gabas respondió mediante un disparo potente que dio en la humanidad de Jona Orozco.

Paul Delgadillo silbó el final del partido, y con esto la afición salto de alegría al observar ganar a su equipo por segunda vez en el torneo. La victoria fue un reencuentro con la hinchada queretana, pues en partidos pasados habían salido con la cabeza abajo.

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