PUEBLA.— Candil de la calle, oscuridad de su casa. Es el refrán que aplica en Pumas a partir del arribo de Guillermo Vázquez en la dirección técnica auriazul.

Invicto desde el arribo del estratega felino, el cuadro universitario suma ahora su tercera victoria consecutiva en calidad de visitante. Las tres bajo la conducción de Memo.

A un minuto del final, Eduardo Herrera consuma el doblete y de esta suerte da la vuelta (1-2) al débil Puebla en el mismísimo estadio Cuauhtémoc, Temo incluido.

La fórmula funciona a la perfección en territorio rival, no así en casa. Pese a lo cual, los tres éxitos en patio ajeno, combinados con los tres empates en el estadio Olímpico Universitario, mantienen invencible a Pumas en la era Vázquez.

Mejor aún, los capitalinos conservan el asedio en pos de la Liguilla, luego de 11 jornadas del Torneo Apertura 2014. Mientras que La Franja le cede otra oportunidad a las Chivas para despegarse, en la lucha por el no descenso.

El amanecer del encuentro parecía llevar la inercia negativa para el guardameta de los Pumas, Alejandro Palacios, quien el fin de semana pasado cometió un error costoso que le quitó el triunfo a su equipo.

Esta vez, al minuto 29, Cuauhtémoc Blanco catapulta a Óscar Kevin Rojas y éste saca centro para que Luis Miguel Noriega remate a puerta. El Pikolín II, sin embargo, ataca mal el esférico y el balón termina en las redes universitarias.

Pese a que pudo hacer más en la jugada, Palacios no se achica e instantes después salva su puerta, en colaboración con su defensa, que se revuelve para evitar la anotación de Jhon Fredy Pajoy.

El 0-1 en contra no es suficiente para frenar el ímpetu auriazul y en el inicio del complemento (49’) llega el empate, en colaboración con el silbante Luis Enrique Santander, quien señala un polémico penalti, luego de unas manos de Mauricio Romero fuera del área. La ejecución la hace Lalo Herrera, quien engaña por completo a Rodolfo Cota.

A partir de ese momento, el compromiso se traba y las acciones de gol son contadas en ambas porterías. Peor tantito, al minuto 52, Alejandro Palacios disputa un balón con los dos puños, pero accidentalmente su hermano le conecta un codazo en la cabeza y el guardameta abandona la cancha en camilla. Enseguida es llevado al hospital para su valoración, debido a la conmoción que le provoca el choque.

En lugar de Pikolín portero ingresa Alfredo Saldívar, quien goza de mucha fortuna. Resulta que al 59’, Pajoy es catapultado por Noriega y sobre la marcha conecta un bombazo, mas el esférico pega en el poste derecho del meta.

En los últimos instantes, Pumas recompone la situación y al 82’, Dante López ensaya un disparo que logra desviar la defensa.

Mas al 89’, el reaparecido Javier Cortés entra como locomotora por derecha y saca un centro raso que Eduardo Herrera remata mediante un punterazo letal. Es el 1-2 final.

Todavía en tiempo de compensación, Romero le conecta un codazo a Darío Verón en el rostro. Accidentado y todo, los Pumas son indomables fuera de su territorio.

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