LONDRES.— El primer gol del alemán Mesut Özil con el Arsenal y otro tanto del francés Olivier Giroud sirvieron ayer a los Gunners para batir con claridad (2-0) al Nápoli, del español Rafa Benítez, en un partido en el que los italianos apenas fabricaron jugadas de peligro.

La décima victoria consecutiva del Arsenal, la segunda en esta Liga de Campeones, tras batir al Olympique de Marsella (1-2) en la primera jornada del campeonato, deja al cuadro inglés como líder del Grupo F con seis puntos, tres más que el Nápoles y el Borussia Dortmund.

Los Gunners, que atraviesan una racha de juego y resultados sobresalientes, dominaron de principio a fin el encuentro en el Emirates Stadium, para iniciar los festejos del técnico Arsene Wenger, quien celebra esta semana 17 años al frente del equipo.

Özil, el futbolista más determinante de los ingleses en este inicio de curso, volvió a llevar las riendas del encuentro desde el centro del campo del Arsenal.

El monólogo de los locales en los primeros compases se tradujo en un primer gol en el minuto ocho, gracias a una jugada colectiva que culminó Özil para marcar su primer tanto con la camiseta del Arsenal.

Giroud controló y retuvo el balón en la banda el tiempo suficiente para que Aaron Ramsey, en el papel de volante, le doblara por la derecha y avanzara por un amplio territorio que había dejado libre la defensa italiana en el lateral.

El galés lanzó un pase bien dirigido para que el alemán llegara en carrera y conectara un disparo seco a la red.

Apenas siete minutos después del primer tanto, Giroud y Özil se aliaron una vez más para marcar otro gol destinado a liquidar el duelo cuando tan sólo había transcurrido un cuarto de hora.

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