GUADALAJARA.— Sobre el césped de Verde Valle, Miguel Sabah reflexiona: “El gol significa todo. El gol es mi vida”.

Sabe que el delantero debe vivir un constante romance con las redes y cortejarlas de forma permanente. Es un coqueteo eterno. Por eso, cuando el arco le da la espalda, sufre. El atacante de Chivas tuvo un regreso esperanzador al equipo: el 6 de enero, en su presentación ante Toluca, marcó el 1-1. Desde entonces, nada.

Para recibir a EL UNIVERSAL, Sabah toma la sinceridad como su principal arma. Se abre por completo: “Extraño bastante el gol, lo pienso todos los días”. Casi dos meses han pasado desde la última celebración. Pero el domingo, en Ciudad Universitaria, frente a los Pumas de la UNAM, el delantero confía en despertar.

—Pelé comparaba el gol con un orgasmo, ¿tú cómo defines la sensación que te provoca el anotar?

—A mí me provoca una liberación de adrenalina impresionante. Creo que mis formas de festejar son sacando todo lo que llevo adentro. Como delantero hay veces que se te critica, haces un partido muy mal, no metes gol, pero al otro partido lo consigues y ahí es donde sacas ese coraje.

— A los 33 años, ¿cómo manejas una racha sin anotar como la que ahora vives?

—Son diferentes formas, hay veces que puedes tener una rachita mala en cuanto a ser certero, fallar muchos goles enfrente de la portería o tener otra rachita donde no te llegan jugadas [de peligro]. Entonces, lo tomas de diferente manera. Ahorita lo tomo con mucha tranquilidad, porque sé que el equipo está en un proceso y uno tiene que hacer muchas labores que en otros equipos no hacía tanto. Nos ha costado bastante a los delanteros tener oportunidades, pero es parte del futbol y primero está el equipo que lo personal.

—¿En tu mente está el deseo de que el Sabah goleador que conocemos, despierte ya?

—Sí, pero no ganaría nada con quedarme en el área y esperar los balones, porque yo no soy así. Sé que mucha gente dice “oye y los goles qué”, pero el que sabe de futbol se va a dar cuenta de lo que está pasando en la cancha. Obviamente lo anhelo y en cada partido trato de tener una, de buscarla como sea, pero ya se dará, ya Dios dirá cuándo. Estoy trabajando muy bien y ya vendrán los goles.

—¿Este domingo es el día ideal para despertar como goleador?

—Ojalá. Cada fin de semana digo “ya va a ser el ideal” y ojalá. No es igual decir Sabah no metió las tres que tuvo, que decir no tuvo ninguna. Espero que el domingo ya tenga oportunidades y las pueda concretar porque para eso me trajeron y para eso vivo: para el gol.

—Con Cruz Azul metiste cuatro goles en esa cancha, incluido un doblete, Ciudad Universitaria se te da…

—Sí, la verdad que sí, fueron muchos partidos ahí en CU y ojalá, qué mejor que en este partido que se cataloga como un clásico. Sería muy importante para mí.

Alto a la violencia

La violencia es una preocupación que crece día con día en el futbol mexicano, por lo que Sabah espera mayor atención en este tema.

“Es desagradable. Realmente hay que darnos cuenta del daño que ocasiona no sólo al futbol mexicano, sino a toda la afición y las familias que quieren ir a lo mejor no tanto para apoyar a un equipo sino a ver futbol. Eso es lo bonito, es deporte y no se tiene que tomar como otra cosa. Ya se están rebasando los límites. La federación, el equipo que le toque en ese momento y la misma policía tienen que poner ya un alto, porque se puede salir de las manos y será peor”.

—¿Qué mensaje envías a la afición para que la violencia disminuya, en lugar de seguir creciendo?

—Que disfruten el futbol, que estén contentos cuando se gana, pero respetuosos con el rival. Y cuando se pierde llorar y lo que quieran, pero siempre con respeto.

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