Ammán, Jordania.— Sus piernas parecían no responderles, pero ese último sprint para abrazarse fue cortesía del corazón. No era para menos. El desgaste provocado por la intensidad y el calor del Medio Oriente no fulminó el espíritu de un equipo que, tras los 90 minutos iniciales, aumentó la ilusión de trascender en la Copa del Mundo Sub-17.

Exitoso debut de las chicas de Christopher Cuéllar en Jordania 2016. Irrefutable victoria sobre Nueva Zelanda (5-0) que las coloca con amplias posibilidades de ser uno de los dos representativos clasificados dentro del Grupo A. Pasado mañana enfrentarán a las locales, pero poco calificadas jordanas, y cerrarán la etapa grupal ante España, subcampeona de Europa.

Se trata del mejor resultado del Tricolor en la historia del certamen infantil, supera los 4-0 sobre Sudáfrica (Trinidad y Tobago), Colombia y China (ambos logrados en Costa Rica 2014). Lo que explicó la felicidad irradiada por el estratega, porque esta aventura asiática también tiene una gran dosis de relevancia para él. Es el primer Mundial que dirige sin que su padre Leonardo integre la estructura de Selecciones Nacionales. Eso sí, el ex entrenador del combinado mayor observó desde la tribuna del estadio Internacional de Ammán el prometedor inicio de su hijo.

Tarde impregnada de felicidad, porque sus jugadoras mostraron temple y precisión de cirujanas. Se repusieron a la confusión de los minutos iniciales, esos en los que las oceánicas dominaron el balón y crearon cierto peligro en el marco defendido por Miriam Aguirre, quien resolvió atinadamente las tres acciones que protagonizó.

La entereza de esa chica que entrena con hombres en una filial del Pachuca inspiró el arrojo que construyó la goleada. La volante por izquierda Jacqueline Ovalle fue la jugadora más peligrosa de las verdes, aunque el tanto que abrió el marcador se gestó por el otro costado.

Dayana Cázares metió una pelota al área neozelandesa que Ovalle no alcanzó a rematar correctamente, pero el esférico le quedó a modo a la delantera Daniela Espinosa, quien presumió la sangre fría que debe caracterizar a los depredadores del área. Sabía que, tras conectar la redonda, el choque con la defensa Ally Toailoa sería inevitable. También lo fue el gol (18’).

Cuéllar y sus niñas saltaron de la banca. Sabían que los miedos estaban exorcizados… Y lo dejaron claro sobre el césped.

Para entonces, menos de dos mil personas atestiguaban el duelo. La entrada mejoró considerablemente para la ceremonia inaugural, así como el partido entre Jordania y España, pero el Tricolor ya había dejado su huella.

Con Ovalle en el rol protagónico. Sus desbordes encontraron premio cuando un cambio de juego la dejó sin marca frente a la guardameta Anna Leat. Definición precisa, con la zurda (36’). El segundo triunfo sobre Nueva Zelanda en las Copas del Mundo Sub-17 estaba sentenciado. Venía la goleada.

Jimena López la cristalizó con ese cabezazo seco que evidenció aún más la pésima salida de la portero oceánica (68’). Para entonces, la Selección Mexicana gobernaba en la batalla de los sentimientos, por lo que era cuestión de tiempo para mutar en goleada histórica una simple victoria.

Christopher lo intuyó. Es por eso que no dejó de solicitar entrega a sus chicas, quienes lucieron exhaustas cerca del ocaso. Los casi 30 grados de temperatura les cobraron factura, mas no claudicaron.

Quedó claro con la fantástica jugada que Gabriela Juárez creó por la banda derecha. Se deshizo de tres adversarias antes de ceder el esférico a Verónica Ávalos, quien simplemente lo empujó (81’). Pero la “joya” del partido fue precisamente la que dio forma a la más grande victoria tricolor en un Mundial Sub-17 femenil. La recién ingresada Celiana Torres ni siquiera lo pensó cuando recibió aquel balón fuera del área. Zurdazo tan fulgurante como preciso (87’). Perfecta rubrica a la pintura tricolor que ha asegurado en un sitio en el más dorado libro del balompié femenil mexicano.

Las chicas de Cuéllar lo sabían. Por eso, guardaron la última pizca de esfuerzo. Las piernas ya no les daban, pero sí ese corazón que ahora las hace soñar con cumplir la meta de clasificar a los cuartos de final en el Medio Oriente.

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