Ammán, Jordania.— Bastaron 90 minutos para que el representativo que encabeza hiciera historia, mas Christopher Cuéllar no se conforma con unos cuantos laureles. El director técnico de la Selección Nacional Femenil Sub-17 cruzó la mitad del planeta con el objetivo de marcar un parteaguas.

Y su primera meta es finalizar en lo más alto del Grupo A, sin importar la presencia de España, actual subcampeona europea.

“El 5-0 [sobre Nueva Zelanda] es importante. Empezar así, con los goles a favor, te da confianza”, reconoce el estratega, en conferencia de prensa posterior al duelo. “Nos faltan dos juegos más y hay que seguir haciendo la tarea, partido por partido, [hay que] preparar los juegos. Vamos a hacer un trabajo regenerativo para recuperar a las jugadoras, porque hubo una carga y esfuerzo importantes”.

“Tendremos dos días de descanso, así es que vamos a preparar el siguiente juego [frente a Jordania]. Vamos por tres puntos más y ya ahí podríamos pensar que estamos más cerca [de los cuartos de final], otro pasito, pero todavía faltan dos juegos y no sólo buscamos pasar a la siguiente ronda, sino terminar en primer lugar [del sector]”.

Lo demostrado sobre el campo del estadio Internacional de Ammán le permite soñar con eso. Su meta inicial era, por lo menos, instalarse en los cuartos de final. Ahora va más allá, porque “es un grupo muy unido. Las jugadoras y el cuerpo técnico trabajamos muy bien. Hay una extraordinaria química”.

“En todo el proceso hemos hecho las conexiones y ellas ya reconocen lo que se les pide, se sienten muy bien con nuestro estilo de juego y saben que, si nos juntamos, tocamos la pelota, puede haber goles, como sucedió hoy [ayer]”, agrega, orgulloso.

Aunque sí detecta algunas falencias en el Tricolor. Los minutos iniciales, marcados por imprecisiones, no se le olvidan y espera que se muestren progresos desde pasado mañana, frente a Jordania, cotejo que representará el boleto a la ronda de los ocho si ganan las tres unidades.

“Estamos muy contentos con los tres puntos”, subraya. “El primer partido nunca es fácil, hay nervios, lo cual nos costó al principio, pero fuimos mejorando conforme pasaron los minutos y ahora estoy feliz de ya tener los tres puntos… A pensar en el siguiente partido”.

Porque Cuéllar no se conforma con haber escrito una dorada página en la historia del balompié femenil mexicano. Daniel Blumrosen Juárez / Enviado

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