ARLINGTON.— Para cumplir el sueño de jugar su primera Copa del Mundo, Javier Aquino deberá cruzar buena parte del orbe.

El volante del Villarreal ha sido elegido por Miguel Herrera para sustituir al lesionado Luis Montes. El problema es que se encuentra en Shangai, China, de gira con el Submarino Amarillo.

Además, solicitó permiso para pasar unas horas a España, donde debe resolver asuntos de índole personal. La idea es que llegue a Chicago, donde el Tricolor enfrentará el martes a Bosnia-Herzegovina, aunque es más probable que se incorpore en Boston, sede del amistoso del viernes ante Portugal.

Será el décimo medallista áureo que integre la nómina mundialista. En un principio, El Piojo eligió a ocho, pero Miguel Ponce y el canterano cruzazulino entraron en lugar de Juan Carlos Medina y El Chapo, respectivamente.

Es el segundo hombre ubicado en la lista de siete reservas solicitada por la FIFA que llega al plantel. Los restantes son Moisés Muñoz, Juan Carlos Valenzuela, Miguel Herrera Equihua, Jesús Escoboza y Aldo de Nigris.

Tras el nuevo golpe, Miguel, además de entrenador, debe desempeñar roles de sicólogo, amigo, consejero o hasta padre. Lo hizo durante el descanso del cotejo frente a Ecuador, cuando su Tricolor lucía devastado anímicamente.

“Obvio que le pegó muy fuerte al equipo”, revira, serio. “Todos estaban idos… Unos con lágrimas; es una situación difícil”.

“Vamos a tratar de recuperar al grupo lo más rápido posible en lo mental. No estamos pensando en los partidos que siguen. Tendremos una buena plática con los muchachos y a seguir adelante”.

El primer paso fue reanimarlos, por lo que se echó mano de todo, incluso de la fe.

“Agradezco mucho la disposición que mostraron para el segundo tiempo, porque en el descanso nos juntamos a rezar una oración por él [Montes]”, revela Peláez. “Había lágrimas, preocupación. Todavía no sabíamos, con certeza, qué tenía… Y es una baja muy dolorosa”.

Quedó demostrado con lo que realizó sobre el maltratado lienzo verde del estadio AT&T. Ironías del futbol, dos minutos antes de vivir una tragedia, el futbolista del León abrió el marcador con aquel zapatazo que venció al arquero Máximo Banguera. Mostró ese talento que a Herrera tanto le duele perder.

“Es un compañero importante”, atina a decir. “Sin duda alguna, me parece el mejor jugador que venía jugando en la Liga [MX]. [Fue] una jugada desafortunada; después, ya veremos lo que sigue”.

“Lamentablemente, suceden este tipo de situaciones. Resbala el pie [del Chapo] y choca de frente con la espinilla de [Segundo] Castillo. Es lo que le pedimos al jugador: que dé el máximo. Hoy se pone más difícil, porque se caen dos muchachos [Medina y Montes] que se sabían el sistema; son golpes muy fuertes, pero debemos continuar”.

Aunque esa filosofía no disminuye el dolor generado por la baja de un chico que, además de servir goles y realizar fantásticas anotaciones, ayudaba a mantener el buen humor y la ilusión al interior del grupo.

“Me cuesta entender que el futbol sea así, que a jugadores que merecen algo más les pase esto, pero así es”, sentencia, amargado. “Lo que hay que hacer es seguir hacia adelante”.

Márquez, sin problemas

Herrera también aclara que Rafael Márquez “no tiene algo, es el puro golpe”, aunque fue trasladado al mismo hospital que Montes para descartar una lesión mayor.

El propio capitán lo confirmó en su cuenta de Twitter (@RafaMarquezMX): “Afortunadamente no tengo fractura. Ahora a esperar la resonancia. Parece ser que sólo es el golpe”.

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