Las ruinas de una ciudad de 2 mil años de antigüedad, que podría haber servido para retener en ella a tropas enemigas a modo de prisión, han sido encontradas por arqueólogos en el norte de China, informó hoy la agencia oficial Xinhua.

Los restos fueron hallados en las montañas Deling, en el oeste de la región autónoma de Mongolia Interior, a mil 300 metros de una sección de la Gran Muralla, detalló la información.

El tramo de la muralla fue erigido durante la dinastía Han del Este (25 AC-220 DC) por lo que se cree que la ciudad anexa fue obra de la misma época y se utilizó para encerrar en ella a soldados capturados del pueblo de los xiongnu, que en esa época asolaba zonas del norte de China y algunos relacionan con los posteriores hunos.

La ciudad, de 210 hectáreas, estaba defendida por un terraplén de unos 5.8 kilómetros de perímetro, así como por un foso, y en su interior acogía un centenar de viviendas con la misma red urbana que presentaban los campamentos militares de etnias nómadas de la zona.

Restos de una gran tienda de campaña de 32 metros de diámetro fueron también localizados en la zona, así como trozos de cerámicas que presentan diseños típicos de los hunos, como arcos y agujeros en su base.

Los xiongnu dominaron amplias zonas de Asia Central hacia el siglo III antes de nuestra era y se enfrentaron repetidamente con las primeras dinastías de China, que para defenderse de sus ataques construyeron algunos de los tramos más antiguos de lo que luego se conocería como la Gran Muralla.

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