Álvaro Matute era historiador, investigador, editor, escritor y académico; era un hombre apasionado de los libros, amigo del lenguaje y la buena lengua, a esos dos temas: a la historia y al lenguaje, iba a dedicar su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua, que ocurriría en el primer bimestre de 2018. Su ingreso para ocupar la silla XXXIII se trunca con su muerte, ocurrida ayer a los 74 años.
Los restos del profesor e investigador emérito en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM desde 2004 y miembro de la Academia Mexicana de la Historia desde 1998, fueron velados en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas. Hasta allí llegaron amigos, discípulos y funcionarios que lamentaron su muerte.
Matute (19 de abril de 1943) dedicó su investigación académica fundamentalmente a cuatro temas: la historia política y cultural de la Revolución Mexicana, la historiografía mexicana, la obra de José Vasconcelos y la teoría y filosofía de la historia. Fue investigador emérito de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III. Ante todo, fue un hombre de libros, tal como lo señaló Enrique Krauze, en un texto con motivo de los 70 años de Matute.
“Un hombre de libros que entiende la vida intelectual como servicio público; cívico. Por más de un cuarto de siglo, Matute ha sido, ante todo, un maestro, en la más alta tradición de la Universidad Nacional Autónoma de México, un digno heredero de sus grandes mentores”, escribió Krauze, quien ayer al conocer la noticia de su muerte escribió en Twitter: “Mi homenaje a Álvaro Matute, cuando cumplió 70 años. Hoy lo lloramos.”
En la misma red social, la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, dijo: “Una vida dedicada a la investigación histórica y la enseñanza. Lamento el deceso del Dr. Álvaro Matute, Premio Nacional de Ciencias y Artes”. Instituciones como la Academia Mexicana de Historia, el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM y el Fondo de Cultura Económica lamentaron la muerte.
Álvaro Matute escribió varios libros y artículos; formó a varias generaciones en más de 30 años en la academia y dictó talleres y conferencias.
