En el marco del Hay Festival, la monja budista de tradición zen, Kankyo Tannier, impartirá hoy un taller de meditación en la Alameda Hidalgo, en punto de las 9:00 horas, donde enseñará a los participantes sencillos ejercicios para mejorar su estado interior. Además ayer se sumó a un foro de análisis donde habló de su libro La magia del silencio, y su filosofía de vida.

En entrevista exclusiva para EL UNIVERSAL Querétaro, Kankyo Tannier compartió algunos detalles sobre su infancia y cómo fue que descubrió el budismo.

¿Cómo fue tu encuentro con la filosofía budista?

—Nací en Francia en los años 70, en la zona de París, donde recibí una educación católica, vivía en una zona muy industrializada por lo cual la religión y el catolicismo era muy abiertos al pueblo. Ahí estudié mi carrera en Derecho y por medio de un libro conocí la filosofía budista, comencé a adentrarme en el tema y llevó ya más de 17 años practicándola.

¿Qué fue lo que te llamó la atención de esta doctrina?

—Cuando descubrí el budismo fue una manera de encontrarme a mí misma, era algo que me daba mucha felicidad y no fue difícil separarme de todo el bullicio de la ciudad porque me iba a hacer algo que me encantaba. Claro que cuando era más joven, yo salía mucho y hacía viajes con la escuela, disfrutaba del teatro; yo era cantante, daba conciertos y me gustaba tanto el jazz como la música francesa, pero cambié eso por algo que me hace más feliz

¿Cómo definirías la filosofía budista?

—Es una manera de vivir y de pensar sobre quiénes somos y así poder conectar con nuestro corazón, alma y cuerpo. Todo está conectado alrededor del mundo, tenemos una conexión y si todos fluimos y nos movemos para el mismo sentido, se puede generar una forma más directa y espontánea de una sociedad.

¿Cómo es un día en tu vida?

—Me despierto al mismo tiempo que se levanta el sol, empiezo mis días generando una conexión con la naturaleza y con lo que está pasando a mi alrededor, me voy al monasterio y tomo unos momentos para estar en meditación, hacer mis rituales. Al finalizar mi rutina budista me tomo un tiempo para comer en completo silencio, después abro mi computadora y empiezo a trabajar en mi blog y en mi Facebook, Twitter y YouTube.

No estás aislada del mundo, ¿sigues escuchando la música que te gustaba?, ¿cambiaron tus gustos?

—Desde que me hice al budismo ya no escuchó la música de ambiente, que sólo oímos para olvidar lo que nos sucede, la vida y lo que nos rodea, pero sí me tomo unos 10 minutos para escuchar música, pero adentrándome en la canción, al hablar de silencio me refiero a escuchar con detenimiento cada cosa que pasa por tu vida, ahora prefiero escuchar los sonidos del momento —hace una pausa para prestar atención a las campanas de uno de los templos del Centro Histórico, que repican—.

Ahora que te encuentras en medio del bullicio de la ciudad, ¿cómo puedes lograr ese silencio interior?

—Escucha —pausa— justamente en momentos así como ahora, simplemente hay que guardar silencio y escuchar todo lo que está pasando alrededor y reconectarse con uno mismo; en momentos puede haber mucho ruido y en momentos no, no podemos pedirle a todos que se callen, lo importante es concentrarte y escuchar el interior, aún con el ruido exterior.

¿Cómo ayuda tu libro La magia del silencio?

—Brinda opciones que permiten encontrar el silencio interior, mi objetivo al escribirlo era que cada quien pudiera hallar los ejercicios que le corresponden para encontrarse a sí mismos, pero como todos somos diferentes, el libro da muchos ejemplos, además de anécdotas cómicas para hacer más agradable este encuentro con la meditación.

Este primer libro tuvo mucho éxito, fue traducido a otros idiomas, ¿tienes planes para otra publicación?

—Hay un libro que acaba de salir en Francia que se llama En la búsqueda de tu presente, trata sobre la forma en la que podemos reconectarnos con nuestro presente, con nuestra vida y con la luz que está a nuestro alrededor día a día.

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