Convencido de que la fotografía es una disciplina que además de comunicar, complementa a otras disciplinas artísticas como la literatura, pintura, danza y video, Luis Beltrán  también asegura que la foto se alimenta de otras manifestaciones de arte y en ese mismo proceso continuará, porque es parte de la misma evolución de la fotografía.

El coordinador del Encuentro Fotográfico Querétaro (ENFOQUE) 2018, evento que está por iniciar el 14 de febrero, cuenta con una trayectoria de 30 años, es director y docente de la Escuela Activa de Fotografía en Querétaro, y entre una clase y otra, hizo un espacio para platicar a EL UNIVERSAL Querétaro de sobre su historia, intereses y preocupaciones respecto a la fotografía.

¿Cómo fue su primer acercamiento con la fotografía?

—De forma muy casual, porque yo estudiaba en la Facultad de Ciencias, Matemáticas, por alguna extraña razón, todavía no me lo explico, y un día me salí de la carrera  y en ese cambio tenía muchos meses libres y me metí a estudiar a la Escuela Activa de Fotografía en México, le pedí la cámara prestada a mi papá, yo no sabía ni cómo se le cambiaba el lente, pero me gustaba tomar fotos y a la semana de estar en la Activa me sentía como pez en el agua y a partir de ahí —tenía 19 años— me quedé y empecé a dar clases. Siempre me gustó la fotografía de periodismo documental,   pero siempre hice foto publicitaria. Abrí mi despacho, me fui a trabajar a Los Ángeles del 87 al 90 y luego regresé a México.

En 1998, cuando llega a Querétaro con la Activa, ¿qué se vivía en ese momento en cuanto a fotografía?

—El proyecto de instalar la escuela fue de nueve meses, veníamos a ver locales, expusimos en la Galería Libertad con trabajos de la Escuela y fue una buena exposición; lo que encontramos aquí es que ya había un gremio de fotógrafos y con buena fotografía, estaba Angélica Cepeda, Arturo Pérez y Pérez, Margara de Haene, Mauricio de la Vega, son los nombres de los que todavía me acuerdo, los conocí y sí había inquietud fotográfica y estaba muy bien. Nosotros pusimos la escuela y el día de la inauguración teníamos cuatro inscritos, yo estaba en la inauguración creyendo que iba a ser un fracaso, pero un mes después, que fue cuando abrimos se llenó la escuela, tuvimos que pedir más bancas y más ampliadoras.

¿Cómo maestro, cuál es su preocupación?

—Yo tengo mucho cuidado en dignificar la carrera del joven artista, independientemente si es de fotografía o no. Alguien de 18 años que asume que quiere ser artista, no nada más toda la familia se pone de puntas sino él mismo, porque es una de las carreras que en México siempre está en peligro. Lo primero que uno tiene que hacer es asumirse como artista, luego estudiar y después seguir estudiando. Un joven que se asume artista tiene la responsabilidad de trabajar y trabajar, estudiar y estudiar, y nosotros los profesores, la tarea  que tenemos es mejorar los programas de estudio.

En los más de 30 años que ha dedicado a la fotografía, ¿qué es lo que más le ha sorprendido?

—Cómo ha ido creciendo la fotografía, como una disciplina artística y donadora de ADN a otras disciplinas artísticas, a mí algo que me ha gustado mucho de la fotografía, hoy como la veo, es cómo se junta con la pintura, el video y otras disciplinas, es un lugar que antes no tenía la fotografía y hoy en día, es un gran pilar en las artes. Si esto mismo me lo hubieran preguntado hace 10 años, hubiera contestado otra cosa, pero ahorita lo que me tiene sorprendido es el papel que juega en las artes en general.

El Festival Oxímoron y el trabajo de los fotógrafos con ceguera, al que también ha apoyado, ¿qué le ha dejado?

—Casi siempre cuando alguien me pregunta sobre la fotografía hecha por personas con ceguera, siempre digo que Miguel Ángel Herrera Oceguera me lo platicó un día pero cuando lo vi, quedé como extasiado con el proyecto. Me gustó mucho y me gustó más cuando me dieron clases de hacer foto con los ojos vendados y la clase me la dio una persona con ceguera, ahí descubrí que tenía otras maneras de “ver”. Oxímoron abre este espacio para que todos los demás podamos entrar y entender que las artes son mucho más grandes que todos los complejos de: no se puede o   sí se puede.

¿Para quién es la fotografía?

—Yo estoy convencido que la fotografía es un medio para compartir no para convencer, y para entablar diálogos, abrir canales de comunicación sobre nuestra sociedad y nuestra manera de pensar; la fotografía es para uno mismo y al mismo tiempo, para todos.

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