La elección de Emmanuel Carrére, por unanimidad, como ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2017 renueva el concepto de literatura y renueva las letras que se premian desde México. El galardón a este escritor, periodista, guionista y cineasta que transita con maestría entre la ficción y la no ficción, es un reconocimiento a la literatura de hoy, que es una escritura móvil, transgénerica y transmediática.

Cuando Emmanuel Carrère va de aquí para allá, entre el periodismo y la narrativa, cuando escribe en solitario novelas y crítica literaria, o escribe cine en colectivo con un amplio grupo de guionistas, el autor de Una semana en la nieve, El adversario y Una novela rusa está en su “querencia”, es decir, en el mejor lugar de ese territorio literario que se construye con palabras. Para él no importa si es periodismo o narrativa, pues siempre será literatura.

Lo dejó claro el propio Carrère en el enlace telefónico que siguió al anuncio de su nombre como ganador del premio que desde 27 años entrega la Feria Internacional del Libro de Guadalajara: “Son formas diversas de escritura por las que me siento igualmente atraído. No hay que reducir la literatura a la novela. En Francia hay una tendencia a pensar que la literatura es sólo la novela, pero para mí el periodismo es igualmente importante, es igualmente literario y yo he trabajado como periodista desde hace 30 años y he permanecido fiel a esta forma de escritura”, expresó.

Esa idea la enfatizó ayer Gustavo Guerrero, quien fue presidente del Jurado del galardón y quien en entrevista aseguró que este reconocimiento es para “un autor tan completo, tan diverso y sobre todo tan actual que creo que con este premio se renueva de alguna manera el concepto de literatura dentro del ámbito de la premiación de nuestra lengua”.

Por ello celebró la importancia internacional de México con esta renovación del premio. “No sólo como un lugar donde las literaturas del mundo pueden mirarse, sino como una afirmación hacia el lado hispánico de que la literatura hoy es una escritura móvil, transgénerica y transmediática. Eso es muy importante”.

Del reportaje a la novela. Emmanuel Carrère (París, 1957) asume el periodismo como una forma de literatura, incluso dijo que la diferencia, tal vez única, entre periodismo y literatura está sólo en la extensión.

“Los reportajes suelen ser más breves y cuando se convierten estos textos en novelas suelen alargar la extensión, es el caso de mi libro Limónov que nació como un reportaje y después se convirtió en una novela”.

Emmanuel Carrére “autor de una obra versátil, amplia y transversal que ha obtenido un vasto y entusiasta reconocimiento internacional”, escritor cuya obra atraviesa “distintos territorios creativos, con una aparente naturalidad que le ha llevado a erigirse en uno de los autores más leídos e influyentes entre las nuevas generaciones”, que es erudito y enciclopédico y al mismo tiempo explorador arriesgado “de las zonas de sombra de la condición contemporánea”, ha marcado el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.

Por eso habló de la violencia contra los periodistas en México y de recibir este galardón de un país donde el periodismo se ejerce bajo amenaza:

“No siento que reciba un premio por parte de los asesinos de esos periodistas, pero lamento mucho la situación que existe en México contra los periodistas; en Francia no es similar la situación, los periodistas no reciben amenazas de muerte, me siento atribulado por la situación de los periodistas en México y admiro que a pesar de estas amenazas sigan haciendo su trabajo”.

En ese sentido, Carrère celebró cuando supo que se le entregaba el Premio Nobel de Literatura a Svetlana Alexievich “porque la considero una periodista al igual que una escritora de ficción”. De ahí que a Carrère le interesen tanto los narradores mexicanos que pisan al mismo tiempo el periodismo con sus historias.

“Si mi yo periodista tuviera que preguntarle a mi yo escritor, le preguntaría si no está interesado en conocer cuál es el relevo de esos grandes escritores de la literatura mexicana (Carlos Fuentes y Octavio Paz), estaría pensando en autores jóvenes como Valeria Luiselli con su libro Historia sobre mis dientes y en Emiliano Monge. He encontrado en sus libros problemas contemporáneos de la narrativa, y son libros que también tienen algo de periodísticos”, afirmó el escritor que es considerado “heredero de Montaigne y de Rousseau”.

El Jurado del galardón —que está dotado de 150 mil dólares estadounidenses— refirió que para el narrador “lo autobiográfico adquiere en su escritura una dimensión crítica que le permite pintarse sin concesiones y explorar arriesgadamente zonas de sombra de la condición contemporánea”.

Humanista multimedia. Gustavo Guerrero fue el encargado de anunciar al galardón y enlazar vía telefónica a Emmanuel Carrère. Fue él quien después del anuncio aseguró que todos los integrantes del jurado coincidieron en destacar que el trabajo de Carrère tiene este aspecto transgenérico, este aspecto en que él se siente cómodo en muy distintos géneros y además no solamente distintos géneros literarios sino en distintos medios.

“Él conoce una palabra española que es muy bonita para referirse a su trabajo en distintos ámbitos, él dice que cuando se mueve en esos distintos ámbitos está en su querencia. Utiliza la palabra taurina querencia, ‘el toro está bien en su querencia en un lugar de la arena’, él está en su querencia en esa movilidad entre distintos géneros y lugares”, dijo Gustavo Guerrero.

El ensayista, poeta y editor venezolano que es consejero editorial de Gallimard en París y profesor de literatura e historia cultural latinoamericana en la Universidad de París-Seine, detalló a EL UNIVERSAL que Carrère es un hombre que trabaja el cine, la televisión, el periodismo, es un escritor que se está moviendo entre universos distintos.

“Eso nos muestra hoy que el lugar de la literatura en estos tiempos multimedia que estamos viviendo, es un lugar bastante móvil. No lo podemos ubicar solamente en el mundo de la escritura tradicional, sino que se está moviendo en otras escrituras como la escritura periodística o la escritura de guiones o el cine”, dijo Guerrero.

El representante del jurado del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances dijo que esa versatilidad transversal de Carrère está perfectamente marcada en su literatura, y en la literatura que están ejerciendo toda una serie de jóvenes en América Latina y aquí en México.

“Él mencionó a algunos, podríamos añadir a Antonio Ortuño que también es periodista y al mismo tiempo escritor; podríamos mencionar a un venezolano como Rodrigo Blanco Calderón que también escribe crónica y es al mismo tiempo crítico literario y novelista. El caso de Juan Villoro que es un hombre que está entre el mundo de la literatura y del periodismo pero sin hacer distingos entre ambos”, dijo Guerrero.

De visita a México. Emmanuel Carrère dijo que ya sueña desde ahora con el viaje que lo traerá a México:

“Mi primera reacción al conocer sobre el Premio es agradecer y decir que estoy honrado, agradecer al jurado que me haya integrado a esta lista larga de ganadores del premio, mi primera reacción es de agradecimiento y honor”.

El escritor, periodista, guionista y crítico francés que fue seleccionado entre 72 candidaturas provenientes de 18 países, habló también de su pasión por la cultura y la literatura rusa que le viene de su madre que era rusa y que fue una gran especialista en esa cultura; pero también habló de su admiración por Werner Herzog, el reconocido cineasta y escritor que es protagonista de su novela Una semana en la nieve que escribió cuando tenía 25 años.

Y aunque surgió, desde luego, la pregunta sobre Donald Trump, Carrère respondió: “Realmente no sé qué hacer con Trump”; y también agregó que Limónov, protagonista de su novela homónima no está ligado a Donald Trump pero además “no he encontrado personajes tan novelescos como Limónov”.

Emmanuel Carrère recibirá el galardón el próximo 25 de noviembre durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara que estará dedicada a Madrid y se suma a la lista de ganadores de un premio creado en 1991 con el nombre de Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, en el que destacan, en los años recientes, Norman Manea (2016), Enrique Vila-Matas (2015), Claudio Magris (2014), Yves Bonnefoy (2013), Alfredo Bryce Echenique (2012) y Fernando Vallejo 2011).

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