Documentar el aspecto humano en distintas partes del mundo para hacer conciencia y ser más sensibles a lo que está ocurriendo en otros países, es el objetivo de 24 Hour Project, que nació entre Los Ángeles y Nueva York,  y desde hace dos años se celebra en Querétaro.

Renzo Grande, co fundador del proyecto, visitó por primera vez esta ciudad —que sólo conocía a través de fotos— para asistir a la inauguración de la exposición en el Centro Queretano de la Imagen, que incluye una selección del trabajo realizado por los queretanos que participaron en la edición de este año, más piezas de fotógrafos de otros países, incluso Renzo exhibe dos fotos de su autoría, registro de los campos de refugiados en Grecia, que realizó el 1 de abril, durante el 24 Hour Project 2017.

Desde hace cinco años, Renzo, especialista en sistemas computacionales, se dedica a documentar el aspecto humano, no se considera fotógrafo, no vive de la fotografía ni busca lucrar con ella, “simplemente quiero sensibilizar a la gente”.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, el documentalista peruano, radicado en Nueva York desde hace 14 años, explica que el proyecto sirve para conocer el resto del mundo pero principalmente conocer la ciudad donde uno vive y enamorarse de ella, además de alimentar esa pasión por la foto. “Yo siempre digo: Si crees que amas, algo hazlo por 24 horas y te vas a dar cuenta si lo amas o no”, asegura.

Con esa idea nació 24 Hour Project, retratar la ciudad, su gente, por 24 horas y compartir las imágenes a través de Instagram; el primer año se unieron 65 personas, este 2017 se registraron 3 mil 940 fotógrafos profesionales y amateur, desde niños hasta ancianos, sumando a 840 ciudades de 110 países. Y esperan más para el siguiente año.

La primera edición que se realizó en Querétaro fue de gran sorpresa, participó gente que vive aquí y descubrieron lugares y situaciones que no sabían, ¿pasa lo mismo en otras ciudades?

—Sí, una de las grandes oportunidades que te da hacer este proyecto es reencontrarte a ti mismo y reconocer tu ciudad, el proyecto te brinda la oportunidad de recorrer tu ciudad, conocerla a horas inesperadas y así uno se enamora.  Yo siempre digo: Si crees que amas algo hazlo por 24 horas y te vas a dar cuenta si lo amas o no. Aquí en Querétaro y diferentes ciudades del mundo, el sentimiento es igual, descubres su ciudad, y es más lindo cuando el resto del mundo puede ver tu ciudad como tú la están descubriendo.  Yo no había venido a Querétaro, primera vez que vengo, pero he visto imágenes de Querétaro, no las comerciales, no lo turístico,  he visto la condición humana de aquí, niños, adultos, parejas, todo a través del proyecto.

¿Qué experiencia deja el reconocer estos países por medio de la foto y unirse a través de las redes, en este caso de Instagram, donde comparten sus fotos y dan a conocer un vistazo de sus ciudades de origen?

—Lo que está sucediendo es que varias personas se están integrando, el  proyecto trata de documentar la condición humana durante un día al año y varias personas al viajar o visitar esos países, se encuentran  participantes del proyecto y crean una relación, porque  han visto el punto de vista de ese fotógrafo que ha compartido sus fotos en 24 Hour Project y varios participantes de diferentes ciudades se están integrando, no sólo virtualmente sino físicamente. Igual yo, cuando tenía la oportunidad me encontraba con participantes, como ahora, se crea una hermandad.

¿Y va más allá de sólo juntarse para hacer foto?

—Sí, no sólo es un proyecto de tomar fotos por 24 horas, hay una razón social, ayudar a distintas causas, eso lo empecé hace dos años, este 2017 toda la atención iba a campos de refugiados en Grecia, cada vez que una persona compartía una foto en esta edición, que fue el 1 abril de este año, todos hacían mención a la crisis de refugiados que existe en Grecia. Yo tuve la oportunidad de ir a Grecia para documentar el campo de refugiados, para que vean la situación actual. Así es como estamos tratando de ayudar y es algo muy bonito y no sólo por amor a la fotografía sino para hacer algo con el prójimo,  a veces unos dicen: voy a ayudar a mi vecino, que es alguien cercano, pero hay una crisis aún más grande.

¿Cuándo estuviste en Grecia y cuál fue la experiencia?

—El 1 de abril, el mismo día del evento volé a Grecia, mis 24 horas fueron en campos de refugiados, visité cuatro de ellos durante 24 horas, es una experiencia que te cambia la vida, vez la cruda realidad de las familias que están escapando de Siria, porque los están bombardeando, que en Turquía no los dejan entrar y están arriesgando sus vidas, echándose a un salvavidas o aun bote inflado y cruzan el mar para ir a Grecia, varios llegan, varios no llegan, varios llegan ahogados.

¿En este momento en que la gran mayoría tiene acceso a un celular o una computadora con acceso a Internet, donde circulan infinidad de imágenes, cómo se destaca una foto donde se cuenta una historia, como las que se viven en un campo de refugiados?

—Un proyecto como este hace a las personas más sensibles al tipo de imágenes que pueden ver, en la exposición está documentada la condición humana de diferentes ciudades, países, y te das cuenta que los problemas que existen aquí no sólo son existentes aquí o los problemas que uno cree de primer mundo no los tiene otro país y sí los tiene, en la exposición hay fotos de Irán y uno tiene el concepto de que Irán está bombardeado, en crisis, oprimidos, y hay una foto muy linda de una chica que está en la ventana, con flores, disfrutando el día,  ser sensible es saber apreciar la historia que hay en cada imagen.

Esta es la segunda exposición que se realiza en Querétaro, ¿a dónde más ha llegado de forma física el proyecto?

—Hemos tenido exposiciones en Finlandia, Venezuela, España, Australia, Sudáfrica, Perú, México,  Italia, Rumania, Polonia y va creciendo.

¿Hacia dónde va 24 Hour Project?

—Seguir sumando más participantes, sensibilizar a la gente alrededor del mundo y que puedan ser partícipes activamente de lo que estamos viviendo.

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